ETAPA 6: SANTA CRUZ DE CAMPEZO • LAGUARDIA

Kripan, de aldea a villa tardía

Kripan se emplaza al amparo de la Sierra de Toloño, en su ladera meridional, a una altitud de 696 metros, constituyendo así uno de los núcleos de la Rioja Alavesa que a mayor altitud se encuentra. Se trata de una zona que cuenta con abundantes evidencias prehistóricas que demuestran que la presencia del ser humano en el lugar es temprana. Muestra de ello son los abrigos habitacionales de Peña Larga y de Los Husos (perteneciente al término de Elvillar) o el dolmen de Los Llanos, los cuales arrojan luz sobre los pobladores de la zona desde el Neolítico a la Edad de Bronce. De una etapa posterior son los restos de una antigua calzada de posible origen romano que se halla en sus alrededores, la cual probablemente unía Pamplona con Briviesca a través de la Sierra de Toloño.

A pesar de todos estos testimonios que provienen de la Prehistoria y la Antigüedad, no es hasta la Edad Media cuando se encuentran los primeros indicios de un establecimiento en el actual núleo rural. Kripan entra en la historia en el siglo XII, al aparecer citada en el Cartulario de San Millán que fue confeccionado hacia el año 1195. En él se cita el monasterio dedicado a los santos Justo y Pastor que desde el año 1088 estaba emplazado en el lugar y poseía algunos bienes. El origen de su nombre es desconocido y en las primeras menciones documentales consta como Quirpan o Quiripan. Durante toda la Edad Media fue una pequeña aldea dedicada principalmente a las actividades agropecuarias, dependiente de la villa de Laguardia. En el año 1366 su población estaba fijada en 18 hogares. Mantuvo este carácter de aldea laguardiense hasta el siglo XVII, cuando se desanexionó y obtuvo la categoría jurídica de villa de la mano del rey Carlos II en el año1669.

El núcleo urbano

El núcleo de Kripan no posee una ordenación urbana determinada. Destaca en el centro la plaza de Barbacana que aúna en sí misma los edificios más destacados de la villa. En ella se puede ver el arco románico y la torre de la antigua iglesia de Santa María, últimos testigos del templo que fue erigido a finales del siglo XII y constituyó la parroquia de la aldea hasta el siglo XVIII. La portada, un tanto tardía, presenta un arco apuntado y arquivoltas lisas que se apoyan en dos columnas, una a cada lado, cuyos capiteles están ornamentados con motivos vegetales; y la torre, es posterior ya que se adosó al templo en el siglo XVI. Es de fábrica de sillería y planta cuadrada, se compone de dos cuerpos; el primero de ellos, dividido por una platabanda, presenta una imagen cerrada ya que apenas presenta apertura de vanos, y el segundo es el que corona la torre en el que se ubica el campanario, que se asienta sobre una cornisa y presenta elementos decorativos renacentistas. Está rematada con cuatro borlas ubicadas en cada uno de los lados de la misma. Detrás de estos elementos se alza la iglesia de San Juan Bautista, construida en el año 1788 en terrenos colindantes al templo primitivo del núcleo. La iglesia presenta fábrica de sillería y posee tres naves. Es reseñable el retablo mayor de estilo barroco y otro de San Francisco de estilo manierista. La entrada principal es de un estilo clásico, con un arco de medio punto y pilastras a cada lado que sostienen un friso con metopas decoradas con elementos florales rematados con un frontón. En la misma plaza se ubica la Fuente de los Leones y antiguamente acogía un lavadero mientras que el edificio del ayuntamiento se ubica en otra plaza aledaña.

Hacia el sur de este espacio se encuentra la ermita de San Martín, de origen medieval, y que conserva en su interior el sepulcro del clérigo Martín García. Entre la arquitectura civil del núcleo mencionar que se conserva algún ejemplar de época medieval, como es la casa del arco, que incluye estructuras propias de esta época.

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