El Centro de Políticas Públicas de Gales (WCPP) ha publicado un informe clave que aborda las desigualdades en la experiencia de la soledad, destacando cómo experimentan la soledad de manera desproporcionada diversos grupos sociales, como las minorías étnicas, las personas migrantes, las personas con discapacidad y aquellas con problemas de salud mental. El informe subraya la necesidad urgente de desarrollar políticas públicas inclusivas que aborden estas desigualdades estructurales y promuevan un bienestar social más equitativo.
El documento, titulado "Loneliness Inequalities Evidence Review", resalta que la soledad es una experiencia común en todas las etapas de la vida, pero afecta de manera desproporcionada a ciertos grupos sociales. Según el informe, las minorías raciales y étnicas, las personas con discapacidad, las personas migrantes, y las personas con bajos niveles socioeconómicos, entre otras, reportan niveles más altos de soledad debido a factores como la exclusión interpersonal, el prejuicio, y las barreras estructurales.
La soledad no afecta a todas las personas por igual, sino que está profundamente influenciada por una variedad de factores sociales y estructurales. Entre los grupos más afectados se encuentran las minorías raciales y étnicas, las personas con discapacidades, las personas migrantes y las personas con bajos niveles socioeconómicos. Además, el género y las minorías sexuales y de género, como las personas LGBTQ+, enfrentan niveles desproporcionadamente altos de soledad debido a la discriminación y el rechazo social. Estas desigualdades en la soledad no solo reflejan las experiencias de exclusión social, sino también la interacción de múltiples identidades marginadas, lo que agrava aún más su vulnerabilidad.
Para medir estas desigualdades, el informe emplea diversas herramientas validadas en el estudio de la soledad. Entre los métodos más comunes se encuentran la escala UCLA (Universidad de California, Los Angeles) de soledad y la escala de De Jong Gierveld, que evalúan tanto la frecuencia de los sentimientos de soledad como la satisfacción en las relaciones sociales. Aunque estos métodos son utilizados en diversos estudios, el informe señala que es necesario un uso más consistente y adaptado de las escalas de medición para poblaciones específicas, como los jóvenes y las jóvenes o las minorías, para obtener resultados más precisos y comparables en el tiempo.
La importancia de los factores individuales e interpersonales para la soledad:
Se identifican varios mecanismos a través de los cuales las desigualdades sociales contribuyen a la soledad. Estos incluyen la exclusión interpersonal, como el rechazo o la discriminación, y las diferencias con la sociedad dominante, las cuales crean desafíos a la hora de realizar las interacciones sociales. Estas experiencias no solo aumentan directamente la soledad, sino que también afectan negativamente el bienestar psicológico y la salud, exacerbando aún más las desigualdades.
La exclusión interpersonal se entiende como un proceso que impide que las personas participen plenamente en actividades sociales, educativas, laborales o recreativas que están disponibles para otras personas a su alrededor. Esta exclusión puede manifestarse de diferentes maneras, tanto a nivel individual (por ejemplo, el rechazo o la marginación por parte de compañeros y compañeras o colegas) como a nivel societal, cuando los servicios o recursos no satisfacen las necesidades de grupos específicos.
Las personas que pertenecen a múltiples grupos marginalizados, como personas mayores, migrantes, individuos con problemas de salud crónicos o miembros de minorías étnicas, enfrentan un riesgo significativamente mayor de experimentar soledad. Dichas identidades marginadas no solo suman las dificultades que enfrentan, sino que generan experiencias únicas y más complejas de exclusión y soledad.
Además, la diferencia con la sociedad dominante, como ocurre con las minorías culturales o las personas con neurodiversidad, puede impulsar las situaciones de soledad, incluso cuando no hay una exclusión directa. Las normas culturales o de comportamiento que difieren de las de la mayoría pueden generar desafíos en las interacciones sociales y una falta de comprensión empática, lo que incrementa los sentimientos de soledad. En este contexto, la soledad puede surgir simplemente por la diferencia en lugar de la exclusión activa.
Las experiencias y vivencias de exclusión tienen un impacto directo en el bienestar psicológico, la salud física y la seguridad financiera de las personas, factores que a su vez contribuyen a una mayor soledad. Además, los efectos negativos generados por dicha exclusión no solo afectan a la persona discriminada, también influye a su red social (amigos y amigas, familia…). Por ello, el informe destaca que las personas responsables de políticas deben desarrollar intervenciones más inclusivas que aborden estas causas estructurales de la soledad y promuevan la inclusión y la diversidad en la sociedad.
Asimismo, las personas que experimentan altos niveles de soledad a menudo también enfrentan dificultades de salud mental, como ansiedad, depresión y estrés. Dicha situación no solo puede agravar estos problemas de salud mental, sino que, a la inversa, estas condiciones también pueden aumentar la sensación de soledad, creando un ciclo perjudicial. Por ejemplo, las personas con ansiedad social tienden a evitar situaciones de interacción, lo que refuerza su aislamiento. Esta relación es especialmente pronunciada en las personas que ya tienen trastornos mentales o están en situaciones de vulnerabilidad, como aquellas con trastornos alimentarios o en riesgo de psicosis.
Desafíos y oportunidades
A pesar de algunos avances, el informe revela que aún queda un largo camino por recorrer para garantizar que las políticas públicas sean inclusivas y eficaces en la reducción de la soledad. El WCPP advierte que, sin un esfuerzo concertado para abordar estas desigualdades, el impacto de la soledad en los grupos marginados continuará creciendo, afectando no solo a las personas sino también a la sociedad en su conjunto.
Se identifican seis factores estructurales que contribuyen a las desigualdades en la experiencia de la soledad:
- Actitudes comunitarias: Las actitudes y normas sociales predominantes en una comunidad pueden influir en la inclusión o exclusión de ciertos grupos sociales. Las actitudes negativas hacia minorías, migrantes, personas con discapacidades o comunidades LGBTQ+ pueden aumentar la sensación de soledad al fomentar su marginación.
- Políticas públicas: La falta de políticas que promuevan la inclusión y reduzcan la exclusión social contribuye a la perpetuación de la soledad en ciertos grupos. Políticas insuficientes en áreas como la salud mental, la vivienda o el empleo pueden dejar a las personas vulnerables sin el apoyo necesario para integrarse plenamente en la sociedad.
- Diversidad demográfica: Las áreas con menor diversidad tienden a ser menos inclusivas y receptivas hacia personas de diferentes orígenes étnicos o culturales, lo que contribuye a la exclusión social y, por tanto, a la soledad de aquellas personas que no forman parte de la mayoría.
- Entorno físico: La infraestructura y el diseño urbano pueden impactar en la soledad. La falta de espacios públicos accesibles y de calidad, o un entorno construido que dificulte la interacción social, puede agravar el aislamiento de las personas, especialmente en áreas desfavorecidas.
- Entorno social: Las redes sociales fragmentadas o débiles en ciertas comunidades dificultan las oportunidades de interacción y apoyo mutuo. En entornos donde las relaciones sociales son limitadas, las personas tienen más dificultades para establecer vínculos significativos.
- Privación en el área: Las áreas con mayores niveles de pobreza o desigualdad socioeconómica tienden a experimentar niveles más altos de soledad. La falta de recursos, oportunidades y servicios en estas áreas puede llevar a que las personas se sientan más aisladas y desconectadas de la sociedad.
Por último, El Wales Centre for Public Policy es una organización independiente que trabaja en colaboración con líderes políticos y del sector público para proporcionar evidencia rigurosa que informe y mejore la toma de decisiones en áreas clave como salud, educación, vivienda y economía en Gales. Además, fomenta la investigación aplicada y el desarrollo de políticas basadas en la evidencia.
Para más detalles, se puede acceder al informe completo “Revisión de evidencia sobre las desigualdades en situaciones de soledad” (Loneliness inequalities evidence reviews) publicada por Wales Centre for Public Policy en 2023.