Departamento de Salud / Departamento de Bienestar, Juventud y Reto Demográfico

Por un sistema sólido y eficiente de cuidados de larga duración

Fecha de publicación: 

Departamento de Salud; Bienestar, Juventud y Reto Demográfico. Equipo sociosanitario

Mujer mayor cuidando a otra mujer mayor

Mujer mayor cuidando a otra mujer mayor

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado un informe que aborda la creciente demanda de cuidados de larga duración y analiza la necesidad urgente de desarrollar sistemas de salud integrados que puedan garantizar su cobertura universal en el caso de las personas mayores, incluyendo servicios de CLD de alta calidad y sin barreras financieras.

El documento subraya que, a medida que la población mundial envejece, la prevalencia de enfermedades crónicas y la disminución de la capacidad funcional impulsan la demanda de cuidados continuos y complejos. Sin embargo, la falta de sistemas formales de CLD y la escasez de personal trabajador capacitado están dejando a muchas personas mayores sin el apoyo necesario, especialmente en países de ingresos medios y bajos.

Contexto y necesidades

La OMS señala que, si bien las familias han sido tradicionalmente el pilar de apoyo para las personas mayores, esta dependencia exclusiva ya no es sostenible ni deseable en el contexto actual. Las dinámicas demográficas y sociales en constante cambio exigen una distribución más justa de la responsabilidad del cuidado, que involucre tanto a las familias como a los sistemas de salud.

Por este motivo, el informe propone una transformación de los sistemas de salud para ofrecer no solo cuidados básicos, sino también un sistema integrado que garantice el acceso universal a servicios de cuidados de larga duración y una gestión oportuna de las necesidades en materia de cuidados paliativos. Sin estos servicios, existe riesgo de que una gran cantidad de personas mayores se enfrenten a experiencias en las que no reciben la atención adecuada, incluso a posibilidades de sufrir situaciones de edadismo o malos tratos, disminuyendo significativamente su calidad de vida.

Como en otros ámbitos, las políticas preventivas y la coordinación de recursos para abordar el cuidado de las personas mayores son importantes. Por ello, la carencia de un sistema de cuidados de larga duración formal y robusto comporta riesgos de de que las personas mayores enfrenten dificultades significativas en sus vidas, lo que podría tener consecuencias graves no solo para ellas/os, sino también para sus familias y la sociedad en general.

En este aspecto, uno de los recursos clave en el sistema de cuidados, son las mismas personas que desarrollan las labores de cuidado, tanto quienes sumen los llamados cuidados informales como las personas trabajadoras profesionales.

Por un lado, las personas cuidadoras suelen, ser familiares, amigos/as, vecinas/os u otros miembros de la comunidad, principalmente mujeres, que proporcionan apoyo no remunerado. Ellas/os son parte del cuidado informal, desempeñando un papel crucial en entornos donde los sistemas de cuidados de larga duración formales son limitados o inexistentes.

A menudo, las personas cuidadoras informales se enfrentan a un conjunto de desafíos que van desde una carga emocional y física considerable, a la falta de acceso a recursos y apoyo social. El informe enfatiza la necesidad de reconocer y apoyar a estas personas cuidadoras, tanto a través de políticas que les brinden beneficios sociales como mediante la formación y capacitación para adquirir y/o mejorar sus habilidades en el cuidado.

Por otro lado, entre las personas que trabajan en cuidados de larga duración se incluyen tanto a los profesionales de la salud (personal facultativo, de enfermería o de fisioterapia, por ejemplo), como a personal de Trabajo Social y de apoyo domiciliario o en instituciones. Estos profesionales son esenciales para garantizar que las personas mayores reciban el cuidado que necesitan en entornos diversos, ya sea en sus hogares, en la comunidad o en centros de cuidados especializados.

Sin embargo, el informe señala que, en muchos lugares, las/los profesionales reciben una remuneración inadecuada, experimentan sobrecarga de trabajo y, a menudo, carecen de la formación especializada necesaria para enfrentar los complejos desafíos que exigen los cuidados de larga duración. La OMS subraya la importancia de mejorar las condiciones laborales, la formación continua y la valoración del trabajo de estos/as profesionales para fortalecer el sistema de cuidados.

Importancia de la coordinación

La coordinación entre los diferentes actores en el proceso de cuidado de las personas mayores es vital para garantizar una atención integrada y centrada en la persona. Los/las gestores de casos y coordinadores/as de atención desempeñan un papel clave en este aspecto. Por su labor se consigue la comunicación eficaz entre los diferentes proveedores de servicios y las personas que desempeñan los cuidados.

Una llamada a la acción global

El informe de la OMS solicita a los gobiernos y responsables de políticas a nivel mundial para que prioricen la creación y expansión de sistemas de cuidados de larga duración que sean accesibles, equitativos y sostenibles. También enfatiza la importancia de la atención centrada en la persona, la integración de servicios de salud y sociales, y la capacitación continua de las/los profesionales de los cuidados de larga duración de modo que se garantice que las personas mayores puedan envejecer con dignidad y sin enfrentar dificultades financieras.

Para ello propone un conjunto de intervenciones integrales diseñadas a fin de abordar las necesidades de las personas mayores en el contexto de los cuidados de larga duración. Las intervenciones se agrupan en tres categorías principales:

  • Atención sanitaria

Las intervenciones de atención sanitaria se centran en la detección, evaluación y gestión de las condiciones de salud prioritarias que afectan la capacidad física y mental de las personas mayores, con el objetivo de mantener su autonomía e independencia el mayor tiempo posible.

  • Cuidados paliativos

Por su parte, los cuidados paliativos buscan mejorar la calidad de vida y el proceso de muerte de las personas mayores con enfermedades graves, aliviando el sufrimiento físico, psicológico, social y espiritual tanto de los pacientes como de sus familias.

  • Apoyo social

La importancia de las intervenciones de apoyo social, incluyen la asistencia en actividades diarias, participación en la vida comunitaria y social, y la provisión de productos de apoyo y servicios de transporte accesibles. Estas intervenciones también abarcan el apoyo a las personas cuidadoras, asegurando que puedan mantener una relación de cuidado saludable y satisfactoria sin experimentar un agotamiento o aislamiento significativos. En conjunto, estas intervenciones están diseñadas para ofrecer un cuidado holístico y centrado en la persona, que no solo aborde las necesidades médicas, sino también los aspectos sociales y emocionales del envejecimiento, asegurando así que las personas mayores puedan envejecer con dignidad y calidad de vida.

La implementación de este conjunto de medidas propuestas por la OMS en torno a los cuidados de larga duración requiere una sólida gobernanza y coordinación entre los diferentes sectores y niveles de gobierno para asegurar la integración efectiva de los servicios. Por tanto, resulta esencial invertir en la formación y mejora de las condiciones laborales de las personas trabajadoras de CLD para garantizar la calidad del cuidado. Además, resulta fundamental apostar por un enfoque centrado en la persona, que incluya la participación activa de las personas mayores y de sus personas cuidadoras, también en el diseño de los servicios. Finalmente, la monitorización y evaluación continua son necesarias para ajustar y mejorar los sistemas de cuidados de larga duración en función de necesidades cambiantes.

Desafíos y oportunidades

Por último, el informe subraya el papel clave que tienen los gobiernos y responsables de políticas a nivel mundial, e insta a estos a que prioricen la creación y expansión de sistemas de cuidados de larga duración que sean accesibles, equitativos y sostenibles. Aunque algunos países han hecho avances significativos, la OMS advierte que muchos estados aún no logran ofrecer un sistema de cuidados de larga duración que garantice la cobertura universal y proteja a las personas mayores de dificultades financieras.

Para superar estos desafíos, es crucial que los sistemas de salud implementen un enfoque integrado y centrado en la persona, que combine servicios de salud y apoyo social, y que esté respaldado por una capacitación continua de los/las profesionales de CLD. Solo de esta manera se podrá garantizar que las personas mayores puedan envejecer con dignidad y sin los obstáculos que actualmente enfrentan en muchos países.

Para más detalles, puede acceder al informe completo titulado “Cuidados de larga duración para personas mayores: medidas para una cobertura sanitaria universal” (Long-term care for older people: package for universal health coverage, 2024) publicado por la OMS.