La Fundación Alternativas presenta el VI Informe sobre la Desigualdad en España, un exhaustivo análisis de cómo las transiciones demográfica, climática y digital están afectando la desigualdad. Elaborado en colaboración con la Fundación 1º de Mayo y Oxfam Intermón, destaca cómo estos cambios profundos están intensificando las desigualdades territoriales y sociales, proponiendo una serie de políticas públicas para mitigar sus efectos.
El envejecimiento de la población, la despoblación rural y el crecimiento de las áreas urbanas están creando importantes brechas territoriales y sociales. Los problemas de índole climática, con fenómenos como el cambio climático y la escasez de recursos naturales, afectan de manera más grave a las regiones más vulnerables, incrementando las desigualdades interterritoriales y económicas. Asimismo, la digitalización está generando nuevas barreras para los territorios y colectivos menos conectados, ampliando las disparidades en términos de empleo y oportunidades económicas.
El informe destaca que estas tres transiciones están interrelacionadas y afectan de manera conjunta a las condiciones de vida y bienestar de todas las personas, especialmente en las zonas más desfavorecidas. Como alternativa, el documento propone una serie de políticas públicas que buscan mitigar los efectos negativos de estos cambios sociales, como la reforma fiscal ecológica, la mejora de las políticas de cuidado y la redistribución territorial de los fondos destinados a la digitalización. Sin estas medidas, advierte el informe, las desigualdades en España podrían profundizarse aún más en los próximos años.
Asimismo, las diferencias demográficas, como el envejecimiento de la población, han exacerbado estas desigualdades a nivel local. Los patrones migratorios y la descentralización de las políticas públicas también han contribuido a aumentar la desigualdad en el acceso a servicios básicos y en la carga tributaria, lo que agrava aún más la situación. Subrayan, por lo tanto, la importancia de considerar estas desigualdades internas dentro de las regiones para poder diseñar políticas públicas más equitativas y eficaces que promuevan un desarrollo territorial equilibrado.
Percepción social sobre la desigualdad
Según los datos recogidos, una amplia mayoría de la ciudadanía cree que la desigualdad ha aumentado en las últimas décadas, con un 81,4 % de la población opinando que existen muchas desigualdades sociales. Esta percepción es especialmente acentuada entre las personas mayores y las mujeres, que tienden a ser más conscientes de la existencia de desigualdades, particularmente en las dimensiones de género y respecto a las condiciones económicas.
El informe también revela que las percepciones varían según el nivel socioeconómico, la edad y el origen racial de las personas encuestadas. Las personas de grupos marginados, como las minorías raciales y étnicas, tienen una visión más crítica sobre la desigualdad, por causa de sus experiencias de discriminación y exclusión. A pesar de estas preocupaciones, el informe refleja un cierto optimismo en cuanto a la posibilidad de reducir la desigualdad.
En cuanto a las ciudades, en constante transformación, el informe indica que enfrentarán desafíos crecientes en términos de desigualdad social, económica y ambiental en las próximas décadas. A medida que las urbes continúan expandiéndose y concentrando población, los desequilibrios entre población rica y pobre, así como las diferencias en el acceso a servicios básicos, vivienda y empleo, se acentuarán. La sección destaca que las ciudades del futuro corren el riesgo de profundizar estas desigualdades si no se toman medidas urgentes para gestionar el crecimiento urbano de manera más equitativa y sostenible.
El informe subraya que la vivienda se ha convertido en un factor central de exclusión social en las ciudades, con el encarecimiento de los precios y la especulación inmobiliaria dificultando el acceso a una vivienda digna para muchas personas. Para combatir estas tendencias, el estudio propone que los gobiernos locales y nacionales trabajen de manera coordinada, con un enfoque multidimensional que incluya planificación urbana inclusiva, políticas de vivienda asequibles y la promoción de la participación ciudadana en la toma de decisiones. Los avances tecnológicos también se destacan como una herramienta clave para abordar los problemas de desigualdad en las ciudades, siempre que se utilicen de manera inclusiva y equitativa.
Por último, el documento propone una serie de reformas fiscales y políticas públicas para reducir estas disparidades, incluyendo medidas para distribuir mejor los fondos de digitalización y estrategias de prevención de riesgos climáticos. También alerta sobre el riesgo de cronificación de la desigualdad, lo que podría afectar la cohesión social y la eficiencia económica del país a largo plazo. A pesar de las mejoras en algunos indicadores de pobreza, España sigue presentando cifras de desigualdad superiores a la media europea, con un índice de Gini de 32 en 2022, por encima del 29,6 de la UE-27.
Para más detalles, puedes acceder al informe completo “VI Informe de la desigualdad en España 2024” publicado por la Fundación Alternativas en 2024.