Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

Consideraciones éticas para la investigación e innovación en torno al envejecimiento

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitaria

Reproducción parcial de la portada del informe 'The future of ageing: ethical considerations for research and innovation' (Nuffield Council on Bioethics, 2023)

Reproducción parcial de la portada del informe 'The future of ageing: ethical considerations for research and innovation' (Nuffield Council on Bioethics, 2023)

The Nuffield Council on Bioethics publica un informe que examina las implicaciones éticas vinculadas a las innovaciones biomédicas y tecnológicas en Reino Unido, y que se presentan como soluciones al proceso de envejecimiento que afecta a muchas personas (como personas que, además, precisan de mucha atención).

Con una mirada crítica, este informe sitúa las perspectivas, preferencias y acciones de las personas adultas mayores en el centro de la deliberación ética, desafiando la “discriminación por edad compasiva” que, habitualmente, solo percibe la dependencia y la vulnerabilidad en la vejez. Y en esta línea la publicación también se muestra crítica con la noción de envejecimiento “saludable” o “exitoso”, en vista de que no todas las personas pueden gozar de buena salud a lo largo de su vida (y serán pocas las personas que no experimenten dependencia al final de esta), y porque, pese a ello, se refuerza la creencia de que todas las personas pueden disfrutar de una buena vejez, si se les proporciona la oportunidad para hacerlo.

El documento, elaborado tras dos años de una amplia investigación desarrollada por un grupo de expertos, ha aprovechado las contribuciones de personas mayores adultas, diálogos intergeneracionales, profesionales y expertos/as de muchas disciplinas diferentes, para desafiar la "otredad" de las personas adultas mayores en el marco del diseño e implementación de políticas, del desarrollo de prácticas y acciones, e incluso de algunas aproximaciones a la ética. Sus contenidos exploran las implicaciones éticas del papel emergente de la ciencia biomédica y tecnología para ayudar a las personas a vivir lo mejor posible en la vejez, prestando especial atención a:

  • La forma en que se conceptualiza el envejecimiento y las implicaciones para las políticas y la investigación.
  • Los objetivos de la investigación biomédica y la innovación tecnológica al tratar de responder a las oportunidades, desafíos e implicaciones del cambio de edad en la población.
  • La forma en que se priorizan estos objetivos y cualquier alternativa a ellos.
  • El papel de las propias personas mayores diversas a la hora de impulsar la agenda de investigación/innovación.
  • La identificación de las necesidades a las que la investigación busca dar respuesta.
  • Los desafíos éticos específicos vinculados a la realización de investigaciones en este campo, incluido el reclutamiento, criterios, selección de criterios de valoración significativos, y medidas de eficacia.
  • Las cuestiones de equidad, dentro de diversos sectores de la población de edad avanzada y entre generaciones.
  • Los aspectos de responsabilidad personal, familiar, profesional, social y estatal.
  • Las implicaciones de todos estos factores tanto para la investigación como para la política social en general.

Contenidos

El primer capítulo del informe se centra en abordar el cambio demográfico que experimenta el Reino Unido con el aumento de la esperanza de vida de la población y la no correspondencia con un aumento de la esperanza de vida saludable de esta, lo que significa que las personas enfrentan períodos más prolongados de mala salud y discapacidad en la vejez. Se abordan, asimismo, los factores que afectan al envejecimiento físico de las personas y a la capacidad asociada para vivir bien en la vejez, y se plantea la importancia de la promoción de la buena salud física y mental como elemento favorecedor de una vida posterior, activa e independiente.

En este contexto, la innovación tecnológica emerge como factor potencialmente favorecedor para que las personas puedan vivir bien/mejor en el futuro: con el apoyo de las investigaciones sobre la biología del envejecimiento (gerociencia); con el soporte de las llamadas tecnologías de asistencia, monitorización y comunicaciones; con la contribución de las tecnologías innovadoras de predicción y diagnóstico. No obstante, el documento promueve un enfoque centrado en las oportunidades que ofrecen las vidas saludables, también con un papel activo dentro de su comunidad para todas las generaciones. De hecho, se pone el acento en las posibilidades que ofrecen la investigación y la innovación para el abordaje de las desigualdades en salud y bienestar en la vejez, experimentadas como resultado de desventajas y discriminación a lo largo del ciclo vital.

El segundo capítulo trata las actitudes hacia el envejecimiento y su importancia para la investigación y la innovación, dado que estas se ven influenciadas y moldeadas por actitudes predominantes hacia el envejecimiento, así como los atributos y roles que desempeñan las personas mayores. El informe diferencia entre “envejecimiento cronológico” (relativo a la edad en años de las personas) y “envejecimiento biológico” (referido a los cambios biológicos que experimenta el cuerpo a lo largo de la vida en una progresión hacia el declive funcional y, finalmente, la muerte), dos procesos relacionados con el paso del tiempo que, sin embargo, no conllevan la pérdida del valor moral de las personas mayores como seres humanos. De ahí la defensa de un enfoque de ciclo vital (a lo largo de toda la vida) para comprender y analizar la vida y el abordaje del envejecimiento, también con carácter preventivo -para la promoción de la buena salud a lo largo de todo el ciclo vital-, apoyando estilos de vida saludables y abordando los determinantes sociales de salud como la pobreza y la discriminación.

El análisis realizado destaca el importante papel que juegan la elección del lenguaje y la terminología en la forma en que las personas adultas mayores son consideradas. En este sentido, este informe utiliza el lenguaje de “envejecer bien” (ageing well) (en lugar de “saludable” -healthy- o envejecimiento “exitoso” -successful-) para captar en un sentido más amplio los aspectos que se valoran en la vejez: la salud frecuentemente es valorada como un medio para hacer otras cosas (alcanzar metas personales, mantenerse conectada/o con la familia y amigas/os, apoyar a otras personas, salir de casa) en lugar de, sencillamente, ser valorada por sí misma. La realidad demuestra que ser capaz de realizar actividades valiosas promueve, a su vez, la salud y el bienestar y que, si bien no todas las personas pueden envejecer de forma saludable, todo el mundo puede envejecer bien.

El tercer capítulo comparte una visión general de las diferentes áreas de la investigación biomédica e innovación tecnológica relevantes para el envejecimiento, que incluyen también la innovación basada en los datos derivados de la detección temprana y el diagnóstico de afecciones relacionadas con la edad. Este es el contexto en el que se abordan los impulsores de la investigación, junto con la identificación de los desafíos que plantean para los sistemas, con el objetivo de gestionar y regular la investigación y la innovación.

En materia de gerociencia y ensayos clínicos guiados por esta, el objetivo final de toda investigación es intervenir en aquellos procesos con el fin de retrasar, mitigar o incluso prevenir afecciones médicas comunes relacionadas con la edad, incluyendo enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y demencia, interviniendo directamente en uno o más de los mecanismos identificados que afectan el envejecimiento celular para prevenir o revertir sus efectos. Sin embargo, tras la investigación el informe concluye que: 1) la gerociencia no es una “solución mágica”, sino que más bien ofrece la posibilidad de encontrar soluciones más holísticas (formas de prevenir, retrasar y tratar las condiciones comunes de la vejez en el futuro, con el objetivo principal de reducir la cantidad de tiempo transcurrido con mala salud al final de vida, a menudo descrita como “compresión de la morbilidad”); 2) la gerociencia no debe verse, en lo fundamental, como una cuestión de vivir más tiempo (“el deseo de promover una extensión extrema de la vida”) cuando de lo que se trata es de mejorar la salud de muchas personas, no de unas pocas; 3) la gerociencia se entiende complementaria de otras áreas de investigación y atención sanitaria, proporcionando conocimientos que puedan sustentar y apoyar a las personas y medios sociales para promover la buena salud mediante mejoras en factores como como la pobreza infantil, la vivienda, el empleo, el entorno local, la dieta, el ejercicio y las interacciones sociales.

En lo que se refiere a las tecnologías de asistencia, monitorización y comunicaciones, existe una amplia gama de productos con potencial para influir en cómo envejecen los cuerpos de las personas o cuáles pueden ser sus condiciones de la vida futura. Estas innovaciones pueden ayudar a desarrollar la capacidad física y retrasar su deterioro funcional; promover la recuperación después de una lesión o tratamiento; compensar la función perdida; o prestar cuidados de apoyo. Sin embargo, las tecnologías que compensan una función perdida, o que proporcionan atención cuando la recapacitación todavía es posible, también puede tener un efecto negativo en la vida y la salud de las personas.

Por último, en cuanto a la innovación basada en datos de diagnóstico y tratamiento tempranos cada vez más atiende al objetivo de detectar precozmente enfermedades comunes en el proceso de envejecimiento mediante el empleo de innovaciones basadas en datos e inteligencia. El diagnóstico precoz ofrece muchos beneficios potenciales ya que, por ejemplo, puede facilitar un tratamiento más temprano y eficaz cuando esté disponible, y permitir a las personas planificar con anticipación lo que una condición particular podría significar para sus vidas cotidianas. No obstante, el documento contempla cómo el diagnóstico temprano puede no ser bienvenido universalmente, en particular cuando no se dispone de un tratamiento eficaz o el apoyo adecuado después del diagnóstico.

El cuarto capítulo presenta una descripción general de las cuestiones o desafíos éticos que fueron identificados durante la investigación, especialmente por las contribuciones de grupos intergeneracionales, investigadores/as profesionales, personas que trabajan en el desarrollo de políticas científicas y de salud, etc. Algunos de los aspectos identificados tienen que ver con: 1) el grado en el que los valores y perspectivas de las personas adultas mayores se incorporan en la forma en que se planifica, prioriza y lleva a cabo la investigación, así como las propias implicaciones que tienen para las personas adultas mayores. Es decir, ¿quién se beneficia y cómo de una investigación sobre envejecimiento? ¿Quién fija la agenda y determina las necesidades? ¿Quién(es) participa(n) en la investigación?; 2) la equidad en el acceso/beneficio de intervenciones novedosas y efectivas por parte de persona adultas mayores, junto con la confiabilidad en unos servicios cada vez más digitalizados y el riesgo de aumento de las actuales desigualdades sociales a través de la exclusión digital que entrañan las formas de soporte cada vez más automatizadas; 3) el grado de control que las personas adultas tienen sobre sus propias vidas, cuando algunas de las tecnologías novedosas pueden actuar limitando dicho control (por ejemplo cuando la seguridad física de una persona es priorizada por otras personas por delante de sus propias necesidades e intereses); el impacto negativo que la atención médica basada en datos y enfoques tecnológicos puede tener para la salud y la atención por la pérdida de contacto humano versus el impacto positivo que las tecnologías de adaptación y rehabilitación pueden tener para prolongar y/o mantener la vida independiente; el grado de confianza que las personas pueden depositar en las tecnologías e intervenciones innovadoras; la sostenibilidad de las investigaciones e innovaciones, que precisan de desarrollos colaborativos e interdisciplinares, y la necesidad de priorizar la adopción de un enfoque preventivo y de salud pública para apoyar a que las personas vivan bien en la vejez.

El quinto capítulo propone un marco ético que identifica los valores, principios y factores más importantes en el contexto de la investigación e innovación biomédicas relacionadas con el envejecimiento. Entre las consideraciones éticas recogidas en este destacan: 1) el razonamiento ético debe tener en cuenta que el envejecimiento es una característica fundamental de la vida humana. En este sentido, se debe valorar el valor humano de todas las personas adultas mayores y la capacidad de prosperar a cualquier edad; 2) es necesario reconocer explícitamente la diversidad de las personas adultas mayores en todas las dimensiones relacionadas con el envejecimiento, lo que incluye la diversidad de sus antecedentes y experiencias (tanto de toda la vida como de la vejez); de sus necesidades cambiantes de atención y apoyo; y de sus contribuciones al cuidado y apoyo de los demás; 3) las novedades en cualquiera de las áreas de biomedicina y tecnología deben evaluarse en referencia a su capacidad para mejorar la experiencia de las personas adultas mayores, de modo que promueva su capacidades para ser y hacer lo que valora. Es decir, se trata de promover un enfoque de investigación e innovación basado en la coproducción, que involucre a personas de todas las edades y represente a una amplia diversidad de situaciones y experiencias; 4) la investigación e innovación no tienen lugar en el vacío, sino que están fuertemente determinadas por factores estructurales (situación económica, entorno local, apoyo social, discriminación a lo largo del ciclo vital, etc.) que han de ser tenidos en cuenta durante el proceso de investigación y desarrollo de iniciativas innovadoras para reducir las desigualdades en la vejez; 5) el riesgo que las relaciones de poder desiguales pueden comportar para el aumento de la discriminación, exclusión, estigmatización, etc. de las personas mayores y cómo proporcionarles apoyo para su empoderamiento, control de sus vidas y acceso equitativo a recursos; 6) el enfoque de la ética del cuidado como pilar fundamental para analizar las responsabilidades asociadas a la prestación de la atención, con énfasis en la atención a situaciones concretas, con actitudes solidarias, empáticas y con capacidad de respuestas a las necesidades de cuidados y apoyo a otras personas. En este sentido, la tecnología se entiende como un apoyo, pero no como un remplazo de las importantes relaciones humanas; 7) los procesos de investigación y los desarrollos innovadores han de demostrar confiabilidad mediante la publicitación de las agendas de investigación junto con los resultados de investigación, que han de ser puestos a disposición de públicos más amplios, al tiempo que demuestran ser sostenibles en lo que se refiere a consumo de recursos (energía, tiempo, dinero, etc.).

El informe se cierra con un capítulo final que contiene quince recomendaciones de amplio alcance (para los gobiernos, entidades financiadoras de investigación, entidades reguladoras y otras con influencia en la conducta y publicación de investigaciones) con la finalidad de materializar la conducta ética en las investigaciones e innovaciones en materia de envejecimiento. En definitiva, los objetivos de la investigación biomédica y la innovación tecnológica necesitan replantearse en torno al concepto de apoyar y proporcionar oportunidades para que todas las personas “vivamos vidas que valoremos, a pesar de la precariedad que en última instancia representa la vejez”.

The Nuffield Council on Bioethics es un organismo independiente que analiza y asesora sobre cuestiones éticas que surgen de los avances en biociencias y salud. Fruto de su trabajo, este consejo ofrece asesoramiento independiente y equilibrado en forma de recomendaciones -tras un proceso exhaustivo de consulta, participación y deliberación- a responsables de la formulación de políticas, además de constituir un sólido estímulo para el debate en bioética.

Si desea ampliar esta información, puede acceder a los contenidos del documento “El futuro del Envejecimiento: consideraciones éticas para la investigación y la innovación” (The future of ageing: ethical considerations for research and innovation)” publicado por The Nuffield Council on Bioethics (2023).