El estudio titulado ‘Mujeres con valor’ realizado por la Fundación Down España en colaboración con la Fundación GMP, muestra la realidad de las mujeres con síndrome de Down, incidiendo en las situaciones de discriminación que sufren y proponiendo medidas de apoyo dirigidas al empoderamiento de este colectivo.
Para ello, el estudio analiza las características de las mujeres con síndrome de Down y describe las necesidades específicas que les acompañan y que repercuten en su autonomía e inclusión social. Las/os autores/as del estudio se plantean cuatro objetivos: describir los rasgos sociodemográficos de las mujeres con síndrome de Down y su participación social, comprender las necesidades de apoyo que requieren, visibilizar las situaciones de discriminación y proponer medidas de apoyo para promover su inclusión social.
Para su desarrollo se ha contado con la participación de mujeres con síndrome de Down, sus familias y los/as profesionales que las atienden, y complementariamente, se han utilizado fuentes secundarias, a partir de la revisión bibliográfica y el análisis de datos estadísticos.
El estudio parte de una contextualización del marco normativo referido a los derechos de las personas con discapacidad en el que se muestra la doble discriminación que afecta a las mujeres con discapacidad indicando que estas sufren discriminación interseccional, según la cual diferentes fatores de discriminación interactúan simultáneamente provocando una situación de violencia. Esta violencia afecta a diversos planos de la vida de las mujeres y tiene importantes consecuencias en su desarrollo personal y su relación con el entorno.
Las mujeres con discapacidad presentan un mayor riesgo de sufrir violencia de género. Según los datos, los ratios de violencia en el seno familiar son cuatro veces mayores para las mujeres con discapacidad intelectual (Ashraf et al., 2017).
Para la detección e identificación de esta violencia es importante disponer e información acerca de sus derechos y de los recursos existentes para combatirla. Las barreras de acceso a esta información convierte a las mujeres con discapacidad intelectual en un colectivo especialmente vulnerable.
Las actitudes paternalistas, la infantilización de las mujeres con discapacidad intelectual o la falta de formación de los/as profesionales sanitarios/as sobre las situaciones de violencia en las mujeres con discapacidad inciden negativamente en la prevención y el abordaje de las situaciones de violencia.
Asimismo, la sobreprotección de las familias hacia las mujeres y niñas con discapacidad conduce a situaciones que merman la integridad de este colectivo especialmente en lo referido a su salud sexual y reproductiva.
Trabajar en favor de la inclusión social de las mujeres con discapacidad intelectual pasa en gran medida, por garantizar la educación y el acceso al mercado laboral en condiciones de igualdad. Sin embargo, tal y como señala el informe ‘las mujeres con discapacidad intelectual presentan peores tasas de inclusión laboral’, lo que las sitúa en índices elevados de exclusión social, pobreza y precariedad.
En esta línea, el informe propone incluir la perspectiva de género en las políticas y planes de promoción del empleo para personas con discapacidad y enfatiza la necesidad de empoderar a las mujeres con síndrome de Down en la toma de decisiones que afecten a su proyecto de vida.
Por último, el informe enumera una serie de propuestas tendentes a favorecer la inclusión y la participación social de este colectivo entre las que destacan el dar voz a las mujeres desde su niñez en asuntos que les afecten, ofreciendo los apoyos precisos para ello; el reconocimiento y respeto de su criterio en aquellas cuestiones que les afecten, el acceso a información accesible o la traslación de los recursos de inclusión para el empleo a otros ámbitos como la educación, la vivienda, las relaciones sociales o la autonomía personal; entre otros.
Si desea ampliar esta información, puede consultar el informe integro aquí .