Departamento de Salud / Igualdad, Justicia y Políticas Sociales

La economía del envejecimiento o cómo maximizar los dividendos de la longevidad

Fecha de publicación: 

Equipo de Coordinación Sociosanitario

Portada del informe 'Maximizando los dividendos de la longevidad'

Portada del informe 'Maximizando los dividendos de la longevidad'

El International Longevity Centre (ILC) publica un informe en el que se destacan las oportunidades que acompañan al envejecimiento y, por ende, a la longevidad en el Reino Unido frente a sus desventajas, frecuentemente esgrimidas en el argumentario negativo y defensivo que acompaña al envejecimiento como fenómeno demográfico.

Sin querer obviar las consecuencias que el actual cambio demográfico supone para las arcas públicas de muchos países europeos, el título del informe “Maximizando los dividendos de la longevidad” se centra en abordar las ganancias que la longevidad supone para las sociedades en base a dos grandes ejes: Viejos/as consumidores/as y Viejos/as trabajadores/as. Es decir, el informe plantea dos oportunidades: la de canalizar la amplia experiencia y habilidades de las personas mayores en vidas laborales más extensas, y la de aprovechar el creciente mercado que supone la satisfacción de necesidades de las personas mayores (bien con el desarrollo de nuevos productos y servicios, o con la adaptación de los existentes).

Contexto

Estudios previos desarrollados por el ILC evidencian que las personas mayores reducen sus gastos en bienes y servicios, especialmente tras la jubilación y a medida que cumplen años:

  • Por cada año de vida posterior a los 55 años, el promedio de gasto de los hogares en alimentos y comestibles, restauración, ropa, y ocio disminuye aproximadamente un 1%, con una caída del 17,1% en gasto a la edad de 75.32.
  • El gasto en los llamados artículos "no esenciales" disminuye a medida que las personas envejecen, mientras que el gasto en servicios esenciales se mantiene estable.
  • El gasto insuficiente de las personas mayores se denomina “rompecabezas de consumo en la jubilación”, ya que desafía la teoría económica que predice que las personas suavizan su consumo a lo largo de su vida, anticipando la caída esperada en los ingresos al jubilarse y ahorrar por adelantado.

Sin embargo, la caída en los ingresos durante la jubilación no puede explicar completamente la reducción del gasto. Las investigaciones demuestran que, independientemente del nivel de ingresos de las personas, el gasto disminuye a medida que envejecen.

Factores que perfilan las oportunidades en torno a los/las viejos/as consumidores/as

  • Los hogares de 65 años o más constituyen el grupo de consumidores de mayor crecimiento en Reino Unido e impulsa el rápido aumento del gasto total de todos hogares mayores.
  • El gasto de los hogares de más edad representa una parte creciente del PIB, mientras que el impacto del PIB de los hogares más jóvenes se está reduciendo, especialmente en los momentos de recesión económica.
  • El rápido crecimiento proyectado del gasto entre los hogares de más edad se debe principalmente al aumento del gasto promedio en los hogares de más edad y no tanto por causas demográficas.
  • Las opciones de gasto de las personas mayores están cambiando, creando oportunidades para las empresas que innovan y dan respuesta a las demandas emergentes. Las opciones de gasto de los hogares formadas por personas mayores comienzan a orientarse hacia bienes no esenciales.

En definitiva, incentivar el aumento del consumo de las personas mayores requiere, según se señala en este informe, la puesta en marcha de medidas facilitadoras en cuatro áreas:

  • Permitir un envejecimiento saludable, promoviendo acciones preventivas que potencien vidas sanas de modo que las personas puedan permanecer activas en sus comunidades, invirtiendo su dinero en bienes y servicios que satisfagan sus necesidades
  • Abordar las barreras que excluyen a las personas mayores y que dificultan su vida también como consumidores/as, garantizando entornos vitales accesibles (asientos, iluminación, provisión de baños públicos, etc.) y promoviendo que las tecnologías den respuesta a las necesidades de las personas mayores.
  • Apoyar los ingresos de las personas mayores, de forma que se potencie el ahorro de pensiones y que tengan acceso a información, asesoramiento y orientación sobre operaciones financieras que les permitan invertir y desinvertir con conocimiento.
  • Fomentar que las empresas respondan a las necesidades y preferencias de una sociedad que envejece, ya sea desarrollando nuevos productos y/o adaptando productos y servicios que satisfagan las necesidades de una base de consumidoras/es que envejece.

Factores que perfilan las oportunidades en torno a los/las viejos/as trabajadores/as

  • La tasa de autoempleo es más alta en las personas de mayor edad. Alrededor de 10,3 millones de personas mayores de 50 años trabajan actualmente en el Reino Unido (en 2019). Entre los mayores de 65 años activos, casi el 40% son trabajadores/as independientes, una proporción notablemente mayor que en cualquier otro grupo de edad, y con empleos a media jornada.
  • Cada vez más personas eligen trabajar a los 50, 60 y más edad, lo que explica que la fuerza laboral envejezca de forma rápida y significativa, especialmente por el aumento de trabajadores/as en activo superados los 60 años.
  • Los ingresos obtenidos por las personas de 50 años o más se están igualando con el de los grupos de edad más jóvenes, de modo que se estima que para el año 2040 la brecha en las ganancias entre las personas de 40 y 50 años pueda desaparecer.
  • Al igual que con el consumo, el impacto del PIB de los ingresos de las personas mayores está aumentando, junto con los crecientes costos fiscales relacionados con la edad, pero a un ritmo ligeramente más lento. Por ello, maximizar las oportunidades de trabajo podría permitir el impacto positivo del PIB de las personas mayores, y así ayudar a compensar el crecimiento proyectado en costos fiscales.

En definitiva, incentivar la prolongación de la vida laboral de las personas mayores plantea también la necesidad de medidas facilitadoras en aspectos que:

  • Fomenten el envejecimiento saludable, de forma que el buen trabajo no solo contribuya a reforzar los ingresos, sino que también ayuden a mantenernos saludables y conectados/as. Para ello es necesario reflexionar y flexibilizar la conciliación del trabajo y los cuidados y dar apoyo a quiénes se re-incorporan al trabajo tras asumir un tiempo de cuidados (propios o ajenos).
  • Aborden las barreras que excluyen y discriminan a las personas mayores -Ageist- en los espacios de trabajo y fomenten la diversidad de edad y un enfoque positivo del envejecimiento en el trabajo en todos/as los/as empleadores/as. La publicación de los datos con los perfiles de edad de la empresa podrían ser una forma de promover un nuevo enfoque sobre la edad.
  • Apoyen los ingresos de las personas mayores porque cuando el trabajo se convierte en una necesidad, y no una opción, las personas mayores enfrentan un mayor riesgo de explotación con potenciales perjuicios para la salud de las personas. Por ello se hace necesario apoyar adecuadamente el sistema de pensiones, aportando a las personas la seguridad de ingresos adecuados en el momento de la jubilación, al tiempo que se incentiva la prolongación de la vida laboral mediante medidas que favorezcan el trabajo flexible y la capacitación para las personas flexibilicen y adapten sus carreras profesionales a una vida laboral más extensa.

Conclusiones

Por supuesto, es evidente que el cambio demográfico plantea serias implicaciones económicas a considerar:

  • Los costos de atención médica generalmente aumentan a medida que crece la proporción de personas mayores.
  • Las ganancias en los años de vida posteriores a la jubilación aumentan la demanda de pagos de asistencia social.
  • El aumento de la esperanza de vida combinado con la disminución de la fertilidad puede conducir a la escasez de mano de obra y, en el caso británico, este es un factor que puede verse exacerbado por el Brexit.
  • Una proporción menor de la población es contribuyente neta de impuestos mientras que una mayor proporción de la población requiere más apoyo del sector público.
  • Las caídas en el consumo reducen la demanda en la economía.

No obstante, aunque se han de considerar los desafíos económicos derivados del envejecimiento demográfico, es necesario, también, atender al impacto positivo que las personas mayores tienen para la economía y el considerable potencial económico asociado con una población que envejece en caso de lograr que disfruten de una vida saludable, extendiendo el período de su vida productiva y reduciendo el tiempo de morbilidad. Es decir, es necesario prestar atención a la creciente economía de lo longevidad como factor de transformación de nuestras sociedades.

El International Longevity Centre (Centro Internacional para la Longevidad) es un Think tank británico integrado en una red de centros de investigación sobre longevidad. Es referente en el estudio del impacto de la longevidad y el envejecimiento, y sus expertos/as exploran soluciones de respuesta a los retos que estos fenómenos demográficos plantean.

Si desea ampliar esta información consulte el estudio 'Maximizando los dividendos de la longevidad' (Maximaxing the longevity dividend, ILC: 2019).