Restauración y conservación de cauces
La planificación hidrológica en vigor en la CAV establece una serie de objetivos ambientales para las aguas superficiales —entre otras— que se sintetizan en:
- Proteger y mejorar las masas de agua superficiales y prevenir cualquier deterioro con el objeto de alcanzar un buen estado ecológico y químico de las aguas.
- En masas de aguas artificiales y muy modificadas, alcanzar un buen potencial ecológico.
En ambos casos, es necesario que las masas de agua cumplan con los indicadores de calidad biológicos (presencia y abundancia de flora y fauna autóctonas), fisicoquímicos (cumplimiento con los límites de concentración de contaminantes) e hidromorfológicos (conectividad fluvial y calidad del bosque de ribera).
Además de la consecución de los objetivos ambientales mediante actuaciones de restauración, la planificación hidrológica comprende actuaciones para gestionar el riesgo de inundaciones
La gestión del riesgo de la inundabilidad requiere diferentes acciones que van desde una correcta ordenación del territorio para limitar ciertos usos en las zonas inundables, a obras de reducción de riesgos e incluso actuaciones de eliminación de obstáculos del cauce para mantener su capacidad hidráulica.