Departamento de Cultura y Política Lingüística

Caracterización y valoración del paisaje industrial del valle del Río Leizaran (Gipuzkoa)

Dirección: Beatriz Herreras Moratinos

Realización: Miriam Pérez Pérez

Resumen y traducción: Leire Milikua Larramendi

 

EL VALLE DEL RÍO LEITZARAN

El valle del río Leitzaran se localiza en el límite oriental de Gipuzkoa. Por su situación y condiciones naturales ha sido y sigue siendo un ejemplo de valle en el que la intervención humana ha sido importante; sin embargo, y al contrario de otros, se halla muy poco habitado. Esto ha llevado a que las tipologías industriales se observen claramente, con la peculiaridad de que el espacio no es compartido por el espacio residencial.

Desde antiguo, el aprovechamiento de sus aguas en ferrerías y molinos y su riqueza forestal y minera ha quedado patente. Esta transformación fue mucho más acusada con la llegada de la minería intensiva de la mano de las compañías mineras a partir de mediados del siglo XIX. Tampoco el valle estuvo al margen de la industrialización, con la instalación de centrales hidroeléctricas, fábricas de papel, y el ferrocarril minero, que llega hasta el municipio de Lasarte-Oria donde se encontraba con el ferrocarril que iba a Donostia-San Sebastián.

En el estudio del valle del río Leitzaran se han incluido el mencionado río (que es un afluente del Oria en su margen derecha) y uno de sus afluentes, el río Ubane: este último se encuentra muy próximo al ferrocarril de Plazaola/Leitzaran, y a lo largo de su cauce se reproduce también el aprovechamiento intensivo del agua.

Se puede observar una evolución histórica-industrial, donde se encuentran muy bien representadas las dos épocas históricas analizadas: preindustrial e industrial. Igualmente, se advierte una diversidad tipológica en cuanto al patrimonio industrial, representada por una concentración importante en número y calidad patrimonial de estructuras asociadas a la energía hidráulica: ferrerías, molinos, centrales hidroeléctricas, fábricas de papel. Asimismo, en el valle destaca el ferrocarril del mismo nombre, el verdadero eje estructurador: como transporte minero y eje de comunicación entre los territorios de Gipuzkoa y Navarra. Y, cabe destacar, que las zonas de tratamiento de mineral y extractiva se hacen presentes a pesar de que el paisaje natural de alguna manera camufla u oculta ese patrimonio industrial.

 

 

El presente documento presenta el estudio patrimonial del área de influencia del valle del río Leitzaran. En él se analizan los elementos patrimoniales que a lo largo de la historia han dejado su huella en el paisaje actual del valle fluvial menos humanizado de Gipuzkoa. Uno de los ejes prioritarios en los que se basará el estudio serán las relaciones histórico-productivas, históricas y actuales, que generaron la articulación del actual espacio. Es un auténtico paisaje industrial en el que se dan cita relaciones físicas y productivas que determinan la evolución del espacio y lo singularizan.

 

TIPOLOGÍAS PATRIMONIALES

Las instalaciones ferro-molineras: la preindustrialización

La explotación intensiva del río Leitzaran generó unidades de variado tamaño vinculadas al sector ferro-molinero. Los municipios de Berastegi y Elduain, ricos en terrenos forestales y de pastoreo, vieron cómo a finales del siglo XIV y principios del XV comenzaron a instalarse ferrerías a lo largo del río Leitzaran. Las últimas ferrerías dejaron de trabajar hacia 1860, lo que supuso cinco siglos de tradición ferrona en el valle.

El valle del Leitzaran ofrecía los tres elementos necesarios para el mantenimiento de las ferrerías:

  • Agua
  • Carbón
  • Mineral de hierro

 

El aprovechamiento de la fuerza de las aguas del río no se limitó a las ferrerías. En sus orillas han existido también molinos, la mayor parte de ellos en Andoain, y la mayoría de ellos asociados a las ferrerías.

A continuación, se adjunta la tabla con los elementos patrimoniales ferro-molineros. La tabla indica el elemento (E), el río al que pertenecen (R) y los municipios en los que se sitúan (M).

M

R

E

Berastegi

Leitzaran

Ferrería Barrenola, Ferrería Ameraun, Ferrería Plazaola

 

Elduain

Ferrería Inturia, Ferrería Olloki, Molino Inturia

Villabona

Ferrería Amasola/Ferrería Labarrain

Andoain

Ferrería Olabarria

Ubane

Ferrería Urriolondo nueva, Ferrería Urriolondo, Molino Goiko errota, Molino Errota-zar

 

Aprovechamiento del cauce fluvial en el siglo XX

 

Las centrales hidroeléctricas

El aprovechamiento de la fuerza de las aguas del río no se limitó a las ferrerías y los molinos: en la época industrial se instalan centrales hidroeléctricas. Con el inicio del siglo XX se implantó esta nueva industria en el valle. En el Leitzaran hubo 14 centrales, de las que 8 permanecen en funcionamiento. Además, en este valle existe uno de los pocos ejemplos de central subterránea: la central de Olloki.

 

Las fábricas

Las márgenes del río Leitzaran, principalmente en su curso medio y bajo, fueron el lugar donde se instalaron fábricas del sector papelero. Hasta 2007 han funcionado dos empresas papeleras, Papelera de Leitzaran y Celulosa de Andoain. Anteriormente, hubo otras dos factorías: una en el mismo casco urbano de Andoain y otra en Olloki, municipio de Elduain, y conocida como papelera de Olamia.

 

Elementos patrimoniales

A continuación, se adjunta la tabla con los elementos patrimoniales en relación con el aprovechamiento del cauce fluvial en el siglo XX: centrales hidroeléctricas y fábricas. La tabla indica el elemento (E) y los municipios en los que se sitúan (M).

M

E

Berastegi

Central Plazoala 2, Central Plazaola 1, Central Ameraun

Elduain

Central Santolaz, Central hidroléctrica subterránea de Olloki, Fábrica de Olamia

Villabona

Central de Bertxin

Andoain

Central de Leitzaran, Central Laborde Hermanos, Central Otita, Central Portu/Lizarkola, Papelera del Leitzaran / GALGO, Celulosas de Andoain

 

La minería

La minería ha estado presente en el valle del Leitzaran desde la Edad Media y Moderna, cuando las pequeñas explotaciones mineras artesanales abastecían las ferrerías. A finales del pasado siglo, la minería guipuzcoana experimentó un notable auge.

En el Leitzaran no se encuentra únicamente hierro. En el denominado Coto de Berastegi se explotaban dos tipos de filones: unos de hierro y otros de pirita de cobre, blenda y galena.

Como en el resto de la región, en los yacimientos del Leitzaran antiguamente se extraía el mineral próximo a la superficie (hematites), siendo los trabajos de extracción a cielo abierto o por medio de galerías poco profundas.

La explotación a partir de mediados del siglo XIX consistió en la extracción del carbonato, presente en la parte más profunda de los filones. Ese carbonato debía ser calcinado antes de su transporte para convertirlo en óxido; en esa operación perdía una tercera parte de su peso, lo que abarataba su transporte.

El estudio se ha centrado en las concesiones mineras posteriores a la Ley de 1868. No obstante, fueron, sin duda, esos mismos lugares, esas mismas minas las que abastecieron las ferrerías.

 

Los cotos mineros en el valle del río Leitzaran

Se han identificado las principales zonas mineras del valle que cuentan con elementos o vestigios mineros suficientes como para que la personalidad minera de ese territorio en concreto sea una realidad.

El Coto de Berastegi se diferencia en dos zonas, cada una con sus sistemas de extracción, sistemas de transporte interno, sistema de beneficio del mineral, etc: Bizkotx y Mustar-Lorditz (que incluye las minas de Ermosu, Urdanbide o Tolosamina).

También han sido identificadas otras dos zonas; su importancia radica principalmente en ser zonas extractivas que se insertan en el paisaje del Leitzaran. Su existencia y futura puesta en valor ayuda a mejorar la interpretación del paisaje minero del valle: Plazaola, en las inmediaciones de las centrales del mismo nombre y Txotan, donde destacan las minas Cascagorri, San Ignacio y la mina del mismo nombre Txotan.

 

Coto de Berastegi. Bizkotx

El mineral de esta zona, existente en superficie, abastecía las ferrerías del valle. A partir de mediados del siglo XIX y dentro de la coyuntura favorable de la minería del plomo y zinc, Berastegi fue un lugar atractivo para las sociedades mineras.

Hacia finales de siglo XIX y fruto de la coyuntura favorable del mineral del hierro, comenzó a interesar la minería de hierro nuevamente. En ese momento, la Sociedad Leizaran comenzó la construcción del ferrocarril de Plazaola desde la estación del ferrocarril de Andoain, pasando por las minas.

A primeros de 1901 se solicita la autorización para construir un ferrocarril para el transporte de mineral desde estas minas hasta Andoain. El ferrocarril se inauguró en 1904.

Esta actividad minera desarrollada a través del tiempo se reconoce en el terreno y en el paisaje. Sin embargo, el abandono y la actividad forestal posterior han minimizado su presencia.

 

Coto de Berastegi. Mustar-Lorditz

Esta zona extractiva disponía de un pequeño ferrocarril interno que finalizaba en un plano inclinado que a su vez descendía el mineral hasta los hornos de calcinación. Como otros pequeños trenes mineros, no disponía de locomotoras: se trataba de un tren de tracción animal. Una vez calcinado se cargaba directamente al ferrocarril de Plazaola/Leitzaran.

 

Elementos patrimoniales

A continuación, se presenta una tabla-resumen que recoge los elementos patrimoniales relacionados con la actividad minera. En ella se indica el elemento (E), la zona (Z) y la concesión minera (CM) a la que pertenecen.

 

Z

CM

E

 

Zona Extractiva

Casualidad nº1453/ Calvo Sotelo nº4196

Galería y escombrera nivel 5

Zona Extractiva

Galería y escombrera nivel 4

Zona Extractiva

Galería y escombrera nivel 3

Coto Minero de Berastegi: Bizkotx

Zona Transporte y almacenaje

Vía arrastre y plaza de mina nivel 3

Zona Transporte

Casualidad nº1453 Calvo Sotelo nº4196 El Gran Complemento nº1509

Tambor y Plano inclinado del nivel 3 al 2

Zona Extractiva

Casualidad nº 1453

Galería y escombrera nivel 2

Zona Transporte y almacenaje

Vía arrastre y plaza de mina nivel 2

Zona Transporte

Pachuca nº 1586

Plano inclinado del nivel 2 al 1

Zona Transporte

Pachuca nº1586 El Gran Complemento nº1509

Chimenea nivel 2 al 1

Zona Extractiva

Pachuca nº 1586

Galería y escombrera del nivel 1

Zona almacenaje y trasformación

Pachuca nº 1586

Plaza de descarga de mineral en crudo nivel 1

Zona Administrativa

Casa minera del nivel 1

Zona Transformación

Herrería del nivel 1

Casualidad nº 1453 / Calvo Sotelo nº4196

Hornos de calcinación nivel 1

Cargadero nivel 1

Depósito de carbón descarga nivel 1

Depósito de carbón carga nivel 1

Cargadero de piedra nivel 1

Zona Administrativa

Casa del listero Bizkotx

Barracones

Depósito junto a casa

Zona Transporte

Camino original a plaza nivel 1

Zona transformación

 

Vía ferrocarril auxiliar nivel 1

Coto de Berastegi: Mustar-Lorditz

Zona Transporte

 

Cargadero Mina Urdanbide

Zona Extractiva

 

Mina Ermosu

Zona Transporte

 

Plaza (Zona Descarga) Ermosu

 

Plano inclinado y vía explanación Ermosu

Zona Transformación

 

Hornos Mustar

Zona Transporte

 

Cargadero Mustar

Zona Extractiva

 

Mina Urdanbide o Tolosamina

Zona Transporte

 

Ferrocarril de Lorditz

Zona Extractiva

 

Boca de Mina Urdanbide 1

Mina Lorditz

Zona Extractiva

 

Mina Lorditz

Zona Transformación

 

Estructuras Mina Lorditz (borda de mineros)

 

Horno (Posible haizeola)

Mina Plazaola

Zona Extractiva

 

Mina Plazaola

Zona Transporte

 

Cargadero Frankio

Mina Kaskagorri

Zona Extractiva

 

Mina Kaskagorri

 

El ferrocarril de Plazaola / Leitzaran

 

El ferrocarril minero

A principios del siglo XX la importancia minera de la zona animó la construcción de un pequeño ferrocarril de vía estrecha estándar que recorrería los 22 kilómetros que separan las minas de Plazaola de la estación del norte de Andoain donde el mineral pasaba a los trenes de vía ancha, rumbo al puerto de Pasaia. Se puede decir que se ha convertido en el verdadero eje vertebrador del valle.

 

El ferrocarril de viajeros

En origen fue un ferrocarril minero, pero ya el mismo año de su inauguración, en 1904 obtuvo licencia para transportar también pasajeros. Con ello no se pretendía establecer unos servicios regulares, sino más bien atender a los trabajadores del valle (centrales hidroeléctricas, mineros, carboneros...). El servicio al público fue abierto el 25 de enero de 1914. El tren, que en principio nació para transportar el mineral de Plazaola hasta Andoain (con destino a Pasajes), continuó desarrollando dicha tarea a pesar del giro dado con el transporte de pasajeros.

El ferrocarril nunca fue rentable. Nació pensando en las minas, pero éstas dejaron de funcionar al de poco tiempo. Se diversificó con el transporte de viajeros, pero tuvo que sufrir la tremenda competencia del transporte de viajeros por carretera. En 1929 se adquirieron nuevas máquinas para agilizar y mejorar el tráfico de viajeros, pero tal medida no fue suficiente. En 1946 se construyó una nueva estación en Pamplona, que permitía enlazar con el ferrocarril del Irati. La compañía obtuvo el 5 de septiembre de 1958 el permiso para levantar las vías y cerrar así definitivamente la línea.

 

Los túneles

Una de las características más notables del ferrocarril de Plazaola era los numerosos túneles que tenía en su trazado. En los 84 km que había entre Pamplona y Lasarte-Oria el tren debía atravesar 66 túneles.

En su trazado por el Leitzaran guipuzcoano, un recorrido de 19 km estaba perforado por 31 túneles. Ahí se da la mayor concentración de “cavernas”: 20 túneles en 10 km. En sus últimos 18 km, entre Andoain y Lasarte-Oria, el tren circulaba bajo tierra en cinco ocasiones.

 

Llama la atención al recorrer el valle la existencia de túneles abandonados, situados bien "en paralelo" a túneles en uso o bien junto al trazado normal del ferrocarril: eso se debe a que cuando el ferrocarril cambió de propietario y amplió su recorrido y actividad, entre 1910 y 1914, se hicieron una serie de correcciones en el trazado del primitivo ferrocarril minero, en general encaminadas a suavizar o evitar curvas y aumentar su radio.

 

Los puentes

A lo largo de los 84 km de su recorrido el ferrocarril de Plazaola atravesaba cerca de 40 puentes. En el valle del Leitzaran guipuzcoano había catorce puentes: doce de ellos cruzaban el río Leitzaran, mientras que los otros dos pasaban sobre afluentes suyos. Como en el caso de los túneles, también existen puentes antiguos abandonados.

 

Las estaciones del ferrocarril

Las estaciones que servían regularmente al ferrocarril y que figuraban en los horarios de la compañía eran las siguientes: Pamplona (ciudad), Pamplona (empalme), Ainzoain, Sarasa, Gulina (apeadero), Irurzun, Latasa, Lecumberri, Huici, Leiza, Areso (apeadero), Plazaola, Ameraun (apeadero), Olloqui, Andoain, Lasarte-Oria (empalme Bilbao-Ferrocarriles Vascongados), Añorga y Donostia-San Sebastián (Amara). Hubo otros dos apeaderos, Biscoch y Beiñes, que no figuraban entre las paradas regulares del tren. De todas ellas en el tramo guipuzcoano solo quedan restos de la de Olloki, y parte del andén en Ameraun y Andoain.

 

El material motor

Debido a la época, circunstancias de nacimiento, así como la orografía de su entorno (el sinuoso valle del Leitzaran), este ferrocarril estaba predestinado a servirse de locomotoras de vapor. Tanto es así que, hasta la desaparición del ferrocarril, y a pesar de haber convivido casi veinticinco años con unos modernos automotores diésel, continuaron prestando el servicio básico.

Los coches de viajeros (de la segunda etapa) fueron fabricados por la Compañía Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) de Beasain en 1913. Eran un total de catorce.

 

Vía verde

El ferrocarril de Plazaola, en realidad solo algunos tramos, está incluido dentro del programa de "Vía Verde". Es una marca registrada por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles (FFE) en la Oficina Española de Patentes y Marcas en 1994, cuyo uso está legalmente restringido a los itinerarios que discurren sobre antiguas infraestructuras ferroviarias.

 

Elementos patrimoniales

A continuación, se presenta una tabla-resumen que recoge los elementos patrimoniales relacionados con el Ferrocarril Plazaola/Leitzaran. En ella se indica el elemento (E) y el municipio (M) al que pertenecen.

M

E

Berastegi

Túnel, Tres túneles del ferrocarril, Puente del ferrocarril, Túnel, Puente del ferrocarril, Túnel del ferrocarril, Túnel original, Dos puentes del ferrocarril, Túnel del Ferrocarril, Túnel original, Túnel, Túnel original del ferrocarril minero, Túnel del ferrocarril, Edificio de obreros, Dos túneles del ferrocarril, Puente del ferrocarril, Tres túneles del ferrocarril, Puente de ferrocarril, Dos túneles del ferrocarril, Dos puentes del ferrocarril, Dos túneles del ferrocarril minero, Túnel, Puente del ferrocarril, Túnel, Puente del ferrocarril, Caseta guardagujas, Túnel del ferrocarril, Andén de la estación de Ameraun, Puente del ferrocarril, Dos murosde contención.

Elduain

Estación de Ollokiegi, Puente de Ollokiegi, Puente de hormigón, Puente original, Túnel, Dos túneles del ferrocarril, Dos túneles originales, Tres túneles del ferrocarril, Túnel Ollokiegi, Túnel, Túnel del ferrocarril, Puente de hormigón.

Andoain

Viaducto de la estación de Andoain, Viaducto de Auzokalte, Túnel de Arantzazuenea, Andén de la estación de Andoain, Túnel Antziar, Túnel de Otieta, Paso sobre regata, Paso sobre ferrocarril, Depósito de agua, Dos túneles del ferrocarril, Paso sobre regata, Trazado del ferrocarril.

Lasarte-Oria

Viaducto de Lasarte, Viaducto de Lasarte, Túnel Kaxkarro, Túnel del ferrocarril.

 

VALORACIÓN DEL PAISAJE

 

Valoración patrimonial del conjunto

El paisaje industrial del valle del río Leitzaran cuenta con una gran capacidad interpretativa de la industria ferro-molinera y minera en el devenir histórico del propio desarrollo industrial en el País Vasco. A lo largo de su cauce se puede apreciar la importancia del río como elemento vinculado a la evolución de la actividad productiva, con vestigios que van desde el siglo XIV (en el caso de las ferrerías más antiguas) hasta el siglo XX, con la explotación de las minas y la infraestructura del ferrocarril asociado también al desarrollo de la industria de la zona.

Las claves de interpretación no se limitan a la presencia de objetos, artefactos o instalaciones, de ferrerías, molinos y centrales, sino que abarcan también otras referencias y rasgos espaciales que ayudan a entender aspectos como la evolución, relación entre los elementos, funcionamiento interno del paisaje, vías de comunicación… Se ha encontrado un patrimonio muy completo y con gran capacidad de evocación, que abarca los distintos estratos de ocupación del paisaje. Además, dentro de cada uno de esos estratos se han identificado ejemplos suficientes y de gran calidad, que ayudan al conocimiento y la interpretación de cada tipología y periodo histórico.

 

Más allá del valor de cada una de las subáreas que componen la unidad paisajística del río el conjunto destaca por su interés histórico, con elementos vinculados a las ferrerías de época tardo medieval datadas en el siglo XIV. A ello hay que sumar las unidades productivas molineras. Junto con esas unidades de pequeña entidad, en el valle del Leitzaran se encuentran conjuntos excepcionales de gran riqueza y complejidad como las instalaciones mineras, conformando una ordenación del territorio propia que es aún legible gracias a la infraestructura viaria y los espacios no construidos.

 

El paisaje del Leitzaran es también un conjunto de enorme interés tecnológico, donde existen distintas soluciones de ingeniería hidráulica, centrales hidroeléctricas, y ferrocarril.

 

En definitiva, este paisaje reúne una serie de valores propios que complementan y adquieren mayor interés al analizar también en su individualidad las subáreas que lo componen y que se detallan a continuación:

 

Valoración patrimonial de las ferrerías y molinos

Destaca la actividad preindustrial ferro-molinera, ya que no puede entenderse un paisaje industrial sin analizar la actividad o actividades que lo han transformado y definido desde su origen. El paisaje del río Leitzaran se convierte, así, en pieza fundamental para la interpretación y conocimiento de los procesos productivos del Antiguo Régimen. La valoración individualizada de cada elemento se refleja en las fichas respectivas.

 

Valoración patrimonial de las centrales hidroeléctricas

El conjunto de las centrales hidroeléctricas del valle del Leitzaran forman un importante ejemplo del aprovechamiento intensivo del agua en los ríos. Además, hay algunos ejemplos muy destacados que conservan los elementos originales y toda su infraestructura, como por ejemplo la central de Laborde Hermanos. Algunas como la central de Ameraun o la de Plazaola forman un importante conjunto con la ferrería del mismo nombre.

 

Valoración patrimonial de la minería

El grueso de la minería se encuentra en el municipio de Berastegi. En el estudio se ha destacado el coto de Berastegi, dividiéndolo en dos zonas: la de Bizkotx, y la de Mustar-Lorditz. Estas zonas son las de mayor concentración de elementos patrimoniales relevantes: en el plano del criterio histórico, por la representatividad y antigüedad de las explotaciones; en el del criterio de integridad, porque es una unidad productiva con gran capacidad y claves interpretativas ya que gracias a los elementos que perduran se puede leer el proceso productivo de la actividad; y destaca también en el del criterio tecnológico, con la inclusión de sistemas de trasporte propios. El criterio menos importante es el morfológico.

Además de elegir las dos zonas como cotos, hay otros dos puntos elegidos por su mayor importancia geominera: la mina Plazaola y la de Cascagorri, que destacan dentro del criterio histórico por su antigüedad y del criterio de integridad por su relación con el ferrocarril de Plazaola.

Dentro del coto en Bizkotx destacan los elementos asociados a la zona extractiva, la zona de tratamiento (los hornos) y el cargadero. En el coto Mustar-Lorditz los elementos destacados son: la vía de arrastre, los hornos y el cargadero.

 

Valoración patrimonial del ferrocarril de Plazaola/Leitzaran

La explanación del ferrocarril de Plazaola constituye a día de hoy el nexo de unión de los diferentes elementos patrimoniales que jalonan la línea ferroviaria y que presentan distintos valores culturales. Es objeto de interés desde diversos puntos de vista: en él confluyen aspectos técnicos e ingenieriles, arquitectónicos y morfológicos, etnográficos y culturales, históricos y evolutivos, naturales y de biodiversidad, de manera que se crea un paisaje específico, reconocible y bien valorado y asumido por la ciudadanía. El ferrocarril de Plazaola hoy día ya es considerado, y actúa en el territorio, como un auténtico itinerario cultural con un importante contenido que se apoya en la existencia de elementos tangibles que representan el testimonio patrimonial y la confirmación física de su existencia.

 

Se trata de un conjunto de innegable valor histórico. Tecnológicamente es también un elemento destacado; fue un ferrocarril que discurre por un valle accidentado que derivó en una compleja obra ingenieril finalizada con gran éxito, con la inclusión de multitud de puentes, túneles etc. Los muros también son parte de los elementos que se conservan del ferrocarril y permiten contextualizarlo.

 

Todos los elementos ayudan a la contextualización del ferrocarril y forman una unidad paisajística clara, que tiene sentido como conjunto. Uno de sus valores esenciales es la relación con la minería, que lo hace destacar en el valor de integridad.

 

CONTENIDO DEL DOCUMENTO ORIGINAL:

El documento original completo desarrolla ampliamente los siguientes puntos: el ámbito de trabajo, la justificación del proyecto, la metodología, la legislación, la normativa, la identificación del paisaje industrial del río Leitzaran, la valoración de la Unidad Paisajística, la delimitación de la Unidad Paisajística, la bibliografía y la documentación.

 

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