Guías de práctica clínica.
Las Guías de Práctica Clínica (GPC) son un conjunto de “recomendaciones desarrolladas de forma sistemática para ayudar a profesionales y pacientes a tomar decisiones sobre la atención sanitaria más apropiada, y a seleccionar las opciones diagnósticas o terapéuticas más adecuadas a la hora de abordar un problema de salud o una condición clínica específica”.
Las guías de práctica clínica son tan buenas como las evidencias (pruebas) y los juicios en las que están basadas por lo que la adherencia a las recomendaciones por parte de profesionales y pacientes va a depender de su confianza en ellas. La utilización de guías de calidad tiene la potencialidad de reducir la variabilidad y mejorar la práctica clínica.
El Instrumento AGREE para evaluar la calidad de las guías ha sido de gran ayuda para establecer unos estándares y mejorar su calidad. Además, Osteba ha desarrollado el instrumento GPC libres de sesgos de género orientado específicamente a estudiar la inequidad y discriminación de género, y las consecuencias que tiene en la producción de sesgos en la investigación sanitaria, y más específicamente en la validez y calidad de las GPC.
En los últimos años, Osteba y Osakidetza han mantenido una línea de trabajo en elaboración, adaptación, actualización e implementación de guías de práctica clínica. Asimismo, la creación de GuíaSalud y la puesta en marcha en 2006 del Programa de Elaboración de Guías de Práctica Clínica en el SNS ha favorecido la elaboración de GPC por parte de Agencias de Evaluación y otras instituciones en colaboración con sociedades científicas, y con la participación de profesionales y pacientes.
En el nivel internacional se cuenta con Guidelines Internacional Network (G-I-N) que desde 2003 se constituyó como red de colaboración internacional con el fin de evitar la duplicación de esfuerzos y apoyar la armonización, compartir información, la transferencia de conocimiento y formación en el área de las GPC.
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