Piensa en las situaciones en las que fumas sin ningún sentido, casi como una máquina. Intenta no fumar en esas circunstancias.
Hasta que decidas definitivamente dejar de fumar, cambia a menudo de marca de tabaco y utiliza cerillas y mechero alternativamente.
Intenta fumar más espaciadamente. Fuma sólo la mitad del cigarrillo.
Fija una fecha para dejar de fumar y anótala en un calendario, con la intención de no cambiarla bajo ningún pretexto. Procura que esta fecha no coincida con días de tensiones o cambios que puedan alterar tu estado de ánimo.
Empieza a pensar cómo te organizarás a partir de esta fecha.