El narrador de esta novela es Alfredo, un hombre corriente, totalmente gris. Tiene un amigo íntimo desde la infancia, Ignacio, que es abogado y que acaba de aceptar la defensa de unos guardias civiles acusados en un caso de tortura. Alfredo quiere conocer el tema sobre la tortura, ya que hasta ahora jamás se le había pasado por la cabeza, y quiere comprender y ponerse siempre del lado de su amigo, en su lugar, aunque no sepa en qué va a acabar todo. Este es uno de los hilos de la novela; el otro es el contrapunto, la historia policíaca que está escribiendo Ignacio: unas mujeres que aparecen en un parque violadas y descuartizadas, y un inspector que no puede decir ni una palabra al temeroso... El tercer hilo lo tendrás que desarrollar tú, completando, pensando o inventado a tu manera lo que se omite en la novela