Descendiendo hacia el N por la loma de Unamene, se llega al collado de Sanmiel Soro, donde existe un precioso Cromlech construido con cuarcitas blancas.
Cromlech de Sanmiel Soro
Si desde Unamene descendemos por la pista que conduce a Arano, nos encontraremos con el collado de Errekalko, donde hay un gran conjunto de 20 cromlechs, algunos muy completos y formados por numerosos testigos.
Cromlech de Errekalko
Avanzando por el camino de Goizueta, que bordea la loma de Arriurdiñeta, que también contiene cromlechs, se puede visitar el dolmen de Añona.
Dolmen de Añona
Más adelante encontramos los magníficos cromlechs del mismo nombre, también en cuarcita blanca, casi todos los cuales mantienen peristalitos con gran número de testigos.