A la sombra del árbol de Gernika, los vizcainos deliberaban y decidían sobres sus asuntos comunes. El roble sagrado ha protagonizado versos de Tirso de Molina, del bardo Iparraguirre y el poeta inglés William Wordsworth.

En la Casa de Juntas de Gernika  el roble sigue dando sombra a los junteros y protagonizando la toma de posesión del lehendakari de Euskadi como lo hizo en 1936 cuando juró el primer lehendakari, José Antonio Aguirre.

"Ante Dios humillado
en pie sobre la tierra vasca
en recuerdo de los antepasados
bajo el árbol de Gernika
ante vosotros
representantes del pueblo
juro desempeñar fielmente mi cargo".

Estas palabras se han vuelto a repetir en el mismo escenario aunque los árboles sean diferentes, pero el roble el mismo.

El árbol
La tradición asegura que en el siglo XIV el primer roble, llamado El Padre, ya dio sombra a los vizcainos durante 450 años. Los sucedores, sin embargo no han tenido una vida tan longeva. El roble "Viejo" vivió 150 años y su fósil se conserva guardado en la Casa de Juntas. También 146 años duró su heredero que llegó a medir 12 metros de altura, escuchó las palabras del lehendakari Aguirre y resistió el bombardeo de la villa el 26 de abril de 1937. Sin embargo a finales de 2004 murió y tuvo que ser sustituido por un retoño de 26 años que desde febrero de 2005 sirve de encuentro a los vascos en Gernika.