- Dentro de su autonomía de organización y funcionamiento, cada centro adoptará medidas de carácter pedagógico para regular el uso de teléfonos móviles y relojes inteligentes durante la jornada escolar
- El Departamento de Educación ofrece formación a los centros, tanto para el uso adecuado y educativo de los dispositivos como para la regulación de su uso
La viceconsejera de Educación Begoña Pedrosa y el viceconsejero de Formación Profesional Jorge Arévalo han presentado esta mañana los pasos que el Departamento de Educación está dando para la regulación del uso de los teléfonos móviles y relojes inteligentes en los centros educativos, tanto públicos como concertados, que imparten las etapas de Educación Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato y Formación Profesional. Entre las actuaciones más recientes en esta materia, destacan las instrucciones que el Departamento ha elaborado y remitido a los centros y el calendario de actividades formativas ya programadas que comienzan en breve.
Durante la presentación, Pedrosa y Arévalo han recordado que el Departamento de Educación, junto con la comunidad educativa, lleva años trabajando esta cuestión con los centros. Se trata de educar al alumnado de todos los niveles en el uso seguro de las tecnologías de información y comunicación, y en los principios éticos que deben regir su utilización, para que la ciberconvivencia sea posible. En los últimos años estos aspectos se han venido abordando en el marco de la iniciativa Bizikasi o en el Plan de Transformación Digital del Sistema Educativo Vasco, mediante guías, formaciones y materiales didácticos puestos a disposición de los centros educativos.
Fomentar un buen uso
Las tecnologías digitales presentan un enorme potencial para mejorar y diversificar las prácticas de enseñanza y aprendizaje, así como para desarrollar las competencias digitales entre el alumnado. Se trata de aprovechar las numerosas oportunidades que brindan estas tecnologías para la enseñanza, el aprendizaje, la comunicación y la creatividad. Pero, no cabe duda de que, en especial el acceso a los teléfonos móviles, impacta directamente en el desarrollo y la interacción de los alumnos y alumnas. Por ello, es necesario fomentar el buen uso de estos dispositivos e impulsar hábitos, actitudes y estrategias que favorezcan la convivencia positiva también en el ámbito digital, ya que las tecnologías no solo brindan nuevas oportunidades y mejoras, sino que también pueden ser fuente de riesgos y amenazas, que deben afrontarse.
El establecimiento de normas de uso de los dispositivos móviles se encuentra dentro del margen de autonomía de organización y funcionamiento de los centros, atendiendo siempre a las especificidades y al contexto de cada uno de ellos.
Regulación del uso
A lo largo de este 2024, los centros educativos –tanto públicos como concertados- aprobarán medidas, de carácter pedagógico, para la regulación del uso de los móviles y los relojes inteligentes durante la jornada escolar. Se entiende como jornada escolar el espacio de tiempo que incluye el horario lectivo, los tiempos de recreo o servicios ofertados por el centro –como el comedor o el transporte-, así como los períodos dedicados al desarrollo de las actividades complementarias y extraescolares.
Esta regulación deberá quedar recogida en el Reglamento de Organización y Funcionamiento (ROF) de los centros de Educación Infantil, Primaria, ESO, Bachillerato y FP, y ser aprobado por el Consejo Escolar de los mismos. Estas medidas deberán ser comunicadas a la comunidad educativa, promoviendo acciones de sensibilización sobre los riesgos del uso excesivo de los teléfonos móviles y relojes inteligentes, y, en especial, las referidas a prevenir el ciberacoso.
Asimismo, los centros educativos han de contemplar actuaciones de prevención del ciberacoso escolar o posibles situaciones de abuso a través de teléfonos móviles y relojes inteligentes en su plan de convivencia, en los planes de orientación y de acción tutorial, así como en su Proyecto Digital de Centro, con el fin de intensificar actitudes y mecanismos preventivos y proactivos.
También en la Formación Profesional se aborda esta cuestión poniendo atención en aspectos como el ciberbullying y el uso adecuado de los teléfonos móviles, ámbitos sobre los que se está trabajando en los centros. Pero se trata de una modalidad formativa que presenta características específicas con respecto al resto de etapas educativas. Por una parte, la edad de su alumnado, con una edad media que superara los 20 años (aunque también cuenta con estudiantes de 16 años en adelante). Y por otra parte, que los dispositivos digitales son en la FP una herramienta de aprendizaje fundamental en el día a día de los centros. Teniendo en cuenta estas particularidades, los centros de FP también deberán reflejar en su ROF, dentro de la autonomía de cada centro, las medidas que adopten sobre la utilización de las herramientas digitales, que cada vez se van a emplear más.
Tanto es así que la Ley de Formación Profesional del País Vasco (2018) establece que la investigación de la FP ha de armonizarse, entre otros campos, con los nuevos entornos digitales y los sistemas inteligentes. Además, en los ciclos formativos de FP se incluye el módulo “Digitalización aplicada al sistema productivo”, en su parte troncal obligatoria.
Formación
Tan importante como una buena regulación del uso de los dispositivos es la formación de la comunidad educativa en esta materia. Por ello, el Departamento de Educación tiene ya preparado un calendario de actividades formativas que arranca en las próximas semanas. Estas sesiones se dirigen a responsables de los centros educativos (equipo directivo, responsables de innovación, orientadores o mentores digitales, entre otras figuras).
Se trata de una formación de índole transversal que aborda esta cuestión desde muy diversos ámbitos y ángulos, como la convivencia y la ciberconvivencia, el liderazgo de los centros, la digitalización o los aspectos metodológicos y curriculares. Entre todas las sesiones programadas merecen mención los talleres y seminarios sobre el uso educativo de los móviles, los dedicados a la convivencia positiva y al bienestar emocional o los que abordarán el tema del uso de los móviles y la ciberconvivencia. Antes de la celebración de estos talleres se remitirá a los centros la documentación con la que se trabajará en las sesiones.
Durante estas sesiones formativas, asimismo, el Departamento ayudará a los centros en el enfoque de la regulación del uso de los dispositivos, facilitando diversos modelos de regulación que pueden usar como referencia. El objetivo es facilitar al máximo a los centros educativos la elaboración de un reglamento sobre el uso de dispositivos móviles.
Entre las acciones de formación destacan, igualmente, las “píldoras formativas”. Se trata de breves vídeos formativos que se ofertarán a través de Digigunea (portal del Departamento de Educación dedicado a la transformación digital y a la competencia digital) y que presentan información sobre lo que la legislación recoge en torno al uso de los móviles y los documentos que se utilizan en los centros educativos para regularlo.
De cara al próximo curso 2024-2025, el Departamento de Educación pondrá el foco en la formación de las familias, dado que éstas desempeñan un papel importante en el uso seguro y responsable de Internet y de los dispositivos móviles entre la juventud. No hay que olvidar que el alumnado tan solo pasa entre el 10 o el 12% de su tiempo vital en el centro educativo, por lo que resulta primordial abordar esta cuestión también en otros entornos, como el familiar o el social.
Empoderamiento digital
En la normativa actualmente vigente –o en la que entrará en vigor en breve- son innumerables las referencias a la digitalización ética, a la competencia digital o al empoderamiento digital del alumnado. Así, la nueva Ley de Educación del País Vaco recientemente aprobada (Ley 17/2023, de 21 de diciembre), establece como un fin del Sistema Educativo Vasco “empoderar digitalmente al alumnado para que se sienta capacitado ante una sociedad tecnológicamente avanzada en la que ha de desarrollar su existencia, para que sean capaces de tomar decisiones relacionadas con la digitalización, disponiendo de control y capacidad sobre las herramientas que utilizan y evitando toda dependencia de ellas”.
Del mismo modo, los decretos curriculares vigentes (de Educación Básica y de Bachillerato) definen el perfil de salida del alumnado, donde se establece la competencia digital del mismo, con el fin de prepararles para responder a los desafíos a los que deberán hacer frente durante su vida. O en la Formación Profesional, donde se incluye el módulo de “Digitalización aplicada al sistema productivo” en la parte troncal obligatoria de los ciclos formativos de grado medio y de grado superior.
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