- Un estudio del Instituto de Investigación Sanitaria de Osakidetza (IIS Biobizkaia) y la UPV/EHU identifica un compuesto derivado de la salvia con capacidad de reducir la inflamación intestinal producida por el gluten que ayudaría en el desarrollo de nuevos tratamientos
- Las investigadoras Ainara Castellano-Rubio, Ane Olazagoitia-Garmendia y Henar Rojas-Márquez, del grupo de Laboratorio de Investigación en Inmunogenética del IIS Biobizkaia han liderado este proyecto, publicado en la revista científica de alto impacto Gut
La enfermedad celíaca es un trastorno inflamatorio y autoinmune crónico que afecta principalmente al intestino delgado y que se desarrolla en individuos genéticamente susceptibles tras la ingesta de gluten. El único tratamiento eficaz hasta la fecha es una dieta estricta sin gluten de por vida.
Recientemente, las investigadoras del grupo de Laboratorio de Investigación en Inmunogenética del IIS Biobizkaia, Ainara Castellano-Rubio (Ikerbasque), Ane Olazagoitia-Garmendia y Henar Rojas-Márquez (UPV/EHU), han publicado en la revista científica de alto impacto Gut un artículo que describe como el ácido salvianólico, compuesto derivado de la salvia, tiene la capacidad de reducir la inflamación intestinal producida por el gluten.
Estos hallazgos abren la puerta a nuevos tratamientos para pacientes celiacos. Especialmente, para aquellos que transgreden la dieta (generalmente por accidente) o en los que la dieta sin gluten no acaba de revertir los síntomas ayudando a evitar complicaciones relacionadas con la enfermedad. Por otro lado, abre la puerta para investigar este compuesto como potencial tratamiento o adyuvante para otras enfermedades inflamatorias del intestino u otros órganos.
El análisis realizado por el Instituto de Investigación Sanitaria de Osakidetza Biobizkaia y la UPV/EHU se ha basado en la observación del efecto anti-inflamatorio que presenta el ácido salvianólico en células en cultivo, en ratones y en biopsias de pacientes. Además, han podido confirmar que el compuesto no tiene efectos secundarios para los ratones.
Las autoras del estudio han colaborado también con personal clínico e investigador de Biogipuzkoa, y con investigadoras de la Universidad de Barcelona y grupos internacionales de la Universidad de Chicago y el Instituto de Materia Médica de Shanghái.