La leyenda del hotel vascoamericano Santa Fe se perpetuará en el Archivo de la Diáspora Vasca
26 de noviembre de 2021
El hotel Santa Fe (en Reno, Nevada, EE.UU.) cerró permanentemente en julio de 2020. Era otro hotel-restaurante vasco más en los Estados Unidos que cerraba sus puertas debido al coronavirus. El "Santa Fe" se clausuraba definitivamente tras 71 años de funcionamiento (el nuevo inmueble de este hotel-restaurante vasco se construyó en 1949). Los Hoteles Vascos fueron el punto de encuentro de la Comunidad Vasca en los Estados Unidos de América y hoy van cerrando poco a poco, pero parte de su historia se conservará en el Archivo de la Diáspora Vasca.
La leyenda del Santa Fe continuará a través de la colección de objetos pertenecientes al hotel que la comunidad vasca de Reno ha conservado y que acaba de legar al Archivo de la Diáspora Vasca: Una vajilla, las cartas de menú, los manteles y servilletas y... atención, porque es muy revelador del espíritu de solidaridad de la comunidad vasca: un cuaderno escrito a lápiz a modo de curso elemental de inglés y con consejos para acceder a la nacionalidad estadounidense. Se trata muy probablemente de un rudimentario manual que servía para favorecer la integración de los nuevos pastores vascos que llegaban a los EE.UU.
La Dirección para la Comunidad Vasca en el Exterior agradece a Patty Miller, del Museo Vasco de Boise, a Michelle Alzola y a José Luis Egiluz por traer hasta Euskadi este pedacito de nuestra historia en el exterior.
La historia del Santa Fe comienza con el inmigrante vasco Jean Pierre Etcheberry, que se hizo cargo del alquiler del hotel en 1931 junto con su esposa Marie. Fueron dueños y dirigieron el hotel juntos hasta que Jean Pierre falleció en 1943. Entonces Marie tomó como socio a Martin Esain. El 15 de agosto de 1948 un terrible incendio arrasó toda Lake Street, dañando muchos edificios, y también el del Santa Fe. Esain, ahora el único dueño, construyó un nuevo inmueble para el hotel en 1949.
El sobrino de Esain, Joseph Zubillaga, y las hermanas de Zubillaga, Aurelie y Anita, ayudaron a su tío a dirigir el Santa Fe durante las décadas siguientes, asumiendo la gestión del hotel cuando Esain murió en 1966. El nuevo Hotel Santa Fe, siempre bajo propiedad de una familia vasca, continuó sirviendo a la comunidad, ofreciendo comidas familiares al estilo vasco y preservando elementos de la rica cultura vascoamericana local, hasta julio de 2020, cuando el hotel cerró. Ahora la leyenda se perpetuará para los investigadores y el público en general que acudan al archivo de la Diáspora Vasca.