- Se trata de un poblado fortificado de la II Edad de Hierro, situado en el monte Bolunburu de Zalla
- El decreto protege la zona y no permite usos que puedan poner en peligro o deteriorar el yacimiento arqueológico
El Consejo de Gobierno ha aprobado en su reunión de hoy el decreto por el que se declara como Bien Cultural de Protección Especial, con la categoría de Zona Arqueológica, el Poblado Fortificado del Cerco de Bolunburu, en Zalla.
Así, no se autorizará en dicha zona ningún uso ni actividad que pueda poner en peligro o deteriorar el yacimiento arqueológico, no sólo en lo que se refiere a la destrucción de restos inmobiliarios, sino también a cualquier actuación que pueda alterar el orden histórico del depósito arqueológico. Así pues, los usos permitidos serán exclusivamente culturales y científicos, y siempre dirigidos a la consolidación, conservación o restauración del entorno. Además, han de ser proyectos autorizados por el Departamento de Cultura de la Diputación Foral de Bizkaia.
El Departamento de Cultura y Política Lingüística inscribirá la Zona Arqueológica del Poblado Fortificado del Cerco de Bolunburu sito en Zalla en el Registro del Patrimonio Cultural Vasco.
El decreto aprobado hoy entrará en vigor el mismo día de su publicación en el Boletín Oficial del País Vasco.
Poblado de la II Edad de Hierro de Bolunburu
Los vestigios del poblado fortificado de la II Edad del Hierro situado en el monte Bolunburu a una altura de 320 metros fueron confirmados por primera vez en el año 2002. Se realizó un sondeo e inmediatamente un guarda forestal localizó y recogió diversos materiales superficiales, principalmente trozos de molinos de mano. El trabajo de reconstrucción del recinto fortificado, realizado con base científica, está en una fase muy avanzada gracias a la colaboración del Ayuntamiento de Zalla, la Diputación Foral de Bizkaia y el Gobierno Vasco.
El poblado se encuentra en un lugar muy estratégico (en una cima), lo que proporciona el control del entorno, así como una inmejorable perspectiva del valle. Cuenta con una superficie de 4.000 metros cuadrados, de los cuales los restos de las viviendas apenas ocupan 920. Se trata de un pequeño poblado que hoy puede verse en todo su perímetro. La parte norte da a un precipicio y el resto está rodeado por una muralla. Dicho muro defensivo es también la fachada sur del poblado y cuenta con una longitud total de 153 metros. Actualmente puede verse hasta una altura de dos metros. Sin embargo, los expertos estiman que el muro original tendría hasta 4 metros de altura. Alrededor de la muralla y paralelo a ella, hay un foso de 2,5 metros. Se trata de una obra exenta, realizada en piedra arenisca. Su única vía de acceso es la entrada monumental en el este. Todo parece indicar que las piedras utilizadas para la construcción de la muralla fueron extraídas de una cantera que hay en la zona, en el precipicio.
El poblado presenta un modelo de ocupación similar al de los castros cantábricos: una estrecha terraza paralela a la muralla a la que se adosan las viviendas, adaptada a varios condicionantes topográficos y culturales. De todos modos, el recinto fortificado presenta también algunas características de los modelos culturales protourbanos más cercanos al valle del Ebro.
Dentro del cerco, hay restos que permiten identificar las estructuras de las viviendas, construidas principalmente a base de materiales perecederos como la madera y el vergamazo. Antes de construir las viviendas, fue necesario el acondicionamiento de la zona y la creación de una terraza. Las viviendas fueron construidas sobre ella. En total, en Bolunburu pueden apreciarse dos alineaciones de casas.
Los arqueólogos opinan que el poblado fortificado fue habitado desde el siglo IV a. C. hasta el siglo I d. C. Según los expertos, allí vivían entre 50 y 60 personas, y aquellos habitantes, además de dedicarse a la ganadería y a la agricultura, podría decirse que también fueron molineros. De hecho, en la zona se han encontrado restos de muchos molinos de mano, seguramente extraídos de la cantera cercana.
Este poblado situado en un entorno natural es uno de los escasos poblados en altura de la II Edad de Hierro hallado en la Comunidad Autónoma Vasca, y se trata de un yacimiento arqueológico sobresaliente. Hay otros poblados similares, pero mucho más grandes, dentro de la Comunidad Autónoma Vasca, como Intxur (Albiztur-Tolosa), Henayo (Alegria-Dulantzi) o Arrola (Nabarniz-Arratzu). Sin embargo, el de Bolunburu es muy pequeño y eso le confiere un peculiar valor pedagógico. Su fácil exposición al público permite captar con facilidad los principales elementos de la Edad del Hierro: defensivos (muralla), urbanísticos, económicos e industriales.