Los "Baños de bosque" mejoran el bienestar físico y emocional de las personas con enfermedad mental

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19 de junio de 2019

Es la principal conclusión del proyecto de baños de bosque o Shinrin-yoku, desarrollado en la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

Un 89% de las personas con enfermedad mental que participó en el estudio mejoró la percepción sobre su estado físico, el 45% pasó de sentirse "normal" a "alegre", un 54% notó mayor fuerza y el 82% recomendaría “sin dudar” esta actividad.

Las personas que realizaron los recorridos guiados experimentaron una reducción de los niveles de ansiedad, una mejora en las relaciones interpersonales y una mayor energía tras participar en esta práctica terapéutica.

Los baños de bosque buscan la reconexión con la naturaleza, lo que se traduce en beneficios en la salud como la reducción de estrés, ansiedad, depresión o insomnio.

Un impacto positivo en el bienestar físico y emocional, menos ansiedad y mejores relaciones interpersonales. Estas son algunas de las conclusiones extraídas del proyecto piloto de baños de bosque, acometido en el marco del proyecto financiado por el departamento de Desarrollo Económico e Infraestructuras del Gobierno Vasco con ayuda de fondos FEADER de la Unión Europea. Esta práctica natural y terapéutica de origen japonés, que consiste en completar un recorrido guiado por un entorno forestal, es conocida también como Shinrin-yoku y cuenta con numerosos seguidores a nivel mundial. En esta iniciativa inédita, que se desarrolló en Mendata, en pleno corazón de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai entre junio y noviembre de 2018, participaron AVIFES (Asociación Vizcaína de Familiares y Personas con Enfermedad Mental), la Asociación de Forestalistas de Bizkaia, la Asociación de Desarrollo Rural Urremendi y la Unión de Selvicultores del Sur de Europa (USSE) que ha coordinado el proyecto que se ha denominado “Basoan”.

El director de Calidad e Industrias Alimentarias del Gobierno Vasco, Peli Manterola, ha inaugurado la presentación de las conclusiones de este interesante estudio. Manterola ha querido poner en valor la multifuncionalidad de los bosques de Euskadi indicando que "nuestros bosques cumplen una importante labor social, medio-ambiental, productiva e incluso, tal y como hemos visto con este estudio, son capaces mejoran el bienestar físico y emocional de las personas con enfermedades mentales. Por ello debemos gestionar esta multifuncionalidad del bosque vasco de manera equilibrada, promoviendo una explotación racional sostenible y técnicamente correcta de nuestros recursos".

El catalán Alex Gesse, todo un referente a nivel europeo en esta disciplina, formador y mentor de guías, fue el encargado de impartir la formación al guía del proyecto. Gesse (Barcelona, 1975) era ejecutivo en una empresa con 40.000 trabajadores, pero un día decidió cambiar su rumbo profesional de forma radical. En 2014 se formó en Shinrin yoku y fundó el Instituto de Baños de Bosque (IBB). Posteriormente, en 2019 creó el European Forest Therapy Institute (EFTI) que actualmente es la única escuela europea con presencia transversal en diferentes países de Europa.

El objetivo de esta práctica terapéutica es la conexión plena y consciente con la naturaleza, lo que tiene un beneficioso impacto, demostrado científicamente, sobre la salud humana. Durante el desarrollo del proyecto ha quedado patente que los efectos sobre la calidad de vida de los participantes han sido muy favorables. A través cuestionarios autoaplicados y mediciones fisiológicas (de nivel de O2, presión sistólica y diastólica y pulsaciones), se ha estudiado la influencia de estos recorridos sobre una muestra de 22 de las personas con enfermedad mental.

Principales conclusiones sobre los efectos de los baños de bosque

El estudio ha medido el impacto de Baños de Bosque en cuatro dimensiones relacionadas con la calidad de vida: bienestar físico, bienestar emocional, relaciones interpersonales y desarrollo personal.

- Bienestar físico: En este apartado se ha medido la respiración, la relajación muscular y la sensación física general durante y después del recorrido. Un 89% de las personas participantes ha experimentado una mejora en la percepción sobre su estado físico. Durante las mediciones fisiológicas se ha constatado además un descenso progresivo y significativo de la presión arterial y de la frecuencia cardíaca de los miembros del grupo.

- Bienestar emocional: El 95% de las personas con enfermedad mental participantes ha asegurado haber sentido una mejora general en su estado de ánimo. De hecho, el 45% pasó de sentirse "normal" a "alegre". Asimismo, y el 81% de las personas participantes que estaban nerviosas al inicio de la actividad percibieron que su ansiedad se había reducido. Algo más de la mitad de la muestra, un 54%, notó mayor fuerza y energía. En relación a sus enfermedades, un 89% ha descrito que los síntomas de desgana y desmotivación se rebajaron.

- Relaciones interpersonales: El 90% de las personas participantes asegura que sus relaciones interpersonales han mejorado y el disfrute de éstas ha aumentado en el 84% de los casos.

- Desarrollo personal: En este aspecto un 52% de aquellas personas que consumen tóxicos pensaron menos en su adicción y el 55% consiguió afrontar el día con una visión más optimista.

Asimismo, el análisis establece que la regulación de la ansiedad y el beneficioso impacto sobre las relaciones interpersonales se han mantenido dos meses después del desarrollo del recorrido. Por otro lado, las personas participantes aseguran sentir una mayor conexión, cercanía y respeto por la naturaleza y el 82% de ellas recomendarían “sin dudar” esta actividad.

Perfil de los participantes

La muestra de este estudio está compuesta por 22 personas, 8 mujeres (36%) y 14 hombres (64%). La mayoría padece un trastorno psicótico , trastorno de personalidad y con un trastorno afectivo o del estado del ánimo.

Mirando al futuro

Tras este primer periodo de prueba la intención de los socios del proyecto es trabajar para abrir en el futuro esta práctica al público general para que todo aquel que lo desee pueda disfrutar de todas las ventajas que aporta un saludable 'baño de bosque'. Otra línea de actuación es el ámbito educativo, ya que aumenta la conexión con la naturaleza y la conciencia medioambiental. Además, la USSE ha sido una pieza fundamental para que el Instituto de Baños de Bosque y European Forest Therapy Institute optaran por el País Vasco para realizar su primera formación de guías en el territorio. Estas instituciones están estrechando y extendiendo su colaboración para difundir esta práctica y seguir formando guías en el País v Vasco y resto de regiones USSE.

Origen y beneficios del Shinrin yoku

Akiyama Tomohide, director de la Agencia Japonesa de Bosques, fue el primero en referirse en 1982 a esta técnica que hoy es tendencia mundial uniendo dos palabras: Shinrin (bosques) y yoku (bañarse). Tomohide creía que "bañarse en verde" proporcionaba numerosos beneficios a la salud. Esta técnica forestal, que consiste en pasear por un bosque para reconectar con la naturaleza, requiere olvidarse del móvil, tomar conciencia del entorno y de cada paso, caminar en silencio, ir sin prisa, sentarse cuando sea necesario, respirar lenta y profundamente y dejar pasar pensamientos negativos.

En esa misma línea, años más tarde, Qing Li, presidente de la Sociedad de Medicina Forestal de Japón, demostró que pasear de manera habitual por el bosque reduce el estrés, la hipertensión, la depresión y otras patologías.
En Japón, de hecho, se ha llegado a acuñar el termino 'medicina forestal' y desde el año 2004 el Ministerio de Agricultura, Bosques y Pesca ha impulsado una serie de estudios para confirmar sus efectos terapéuticos. Y la población respalda y practica con asiduidad los 'baños de bosque'. Es habitual que los habitantes de Tokio recurran a alguno de los 62 itinerarios oficiales para practicar el Shinrin-yoku que hay repartidos por el país para mitigar los efectos el agitado ritmo de la ciudad.

En Europa los baños de bosque empiezan a convertirse en una práctica habitual orientada a reducir los niveles de estrés. Desde Europa, y en especial desde el EFTI existe una clara intención de posicionar los baños de bosque como una práctica de bienestar de forma que las personas de forma gratuita y asequible accedan al restablecimiento de su salud, y generar un deseo de conservación del medio ambiente. Así como impulsar colaboraciones entre guías de baños de bosque y profesionales médicos en intervenciones a largo plazo basadas en la naturaleza. De este modo, los Baños de Bosque pasan de una práctica de atención médica preventiva a una práctica de tratamiento y rehabilitación, las denominadas Intervenciones de Terapia de Bosque.