Las obras del saneamiento de Aginaga permiten eliminar la totalidad de los vertidos de aguas residuales al curso bajo del río Oria

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El director general de URA y el Presidente de Aguas de Añarbe en la visita a la EBAR
  • Las obras de saneamiento realizadas por URA al amparo de un convenio de colaboración entre ambas entidades han concluido tras 6 M€ de inversión y 27 meses de ejecución
  • Se han construido 6.600 metros de colectores, ramales secundarios y dos estaciones de bombeo que se conectarán al colector general ya existente

Las aguas residuales del barrio de Aginaga en Usurbil dejarán de verterse al río Oria, gracias a las obras de saneamiento ejecutadas por URA y Añarbe. La nueva red de saneamiento se conectará al interceptor general Usurbil-Lasarte-Oria-Hernani y desde ahí, a la depuradora de Loiola en San Sebastián, para su tratamiento y posterior vertido al mar a través del emisario submarino de Monpas. De este modo, se eliminarán la totalidad de los vertidos de aguas residuales al curso bajo del río Oria

Las obras han requerido 27 meses de ejecución y una inversión de 6M€, financiadas por la Agencia Vasca del Agua al 60 % y Aguas del Añarbe al % 40, al amparo de un convenio de colaboración entre ambas entidades.

Descripción de las obra

La nueva red alcanza dos zonas distantes aproximadamente un kilómetro entre sí: los barrios de Aginaga y Txokoalde de Usurbil. Las obras para recoger los vertidos de ambos núcleos -que hasta entonces llegaban directamente al río Oria- han consistido en la construcción de 6.600 metros de longitud de colectores principales de entre 90 y 600 mm de diámetro, así como de los ramales secundarios que permiten recoger las aguas de viviendas dispersas en la zona.

Estos colectores parten de la zona más baja de Aginaga, denominada Txiñorta, y conectan  con el interceptor general de Usurbil-Lasarte Oria-Hernani en el polígono de Zumartegi de Usurbil, a la altura de la estación de bombeo de aguas residuales Osinalde (ejecutada en 2016 junto con las obras del citado interceptor general).

Dichos colectores se han construido de forma que se puedan separar las aguas pluviales (que continuarán vertiéndose al río Oria) de las aguas residuales, antes de derivarlas al interceptor.

Asimismo, las obras han incluido la construcción de dos nuevas estaciones de bombeo de aguas residuales (las EBAR Txokoalde y Aginaga) independientes para cada barrio y de características arquitectonicas similares.