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Los faros tienen su origen en las hogueras que se usaban de señuelo en la antigüedad, fuegos que se encendían estratégicamente en cabos, atalayas, islas, acantilados o accesos a puertos para guiar a las embarcaciones e incluso avisarles de la peligrosidad de sus costas.
Hoy en día son uno de los mayores atractivos de nuestra costa, los centinelas que cuidan los 250 kilómetros que tiene nuestra costa son uno de los rincones favoritos de los y las visitantes. Además, bien sabido es que donde hay un faro siempre hay unas vistas maravillosas al mar.
En euskera faro se dice “itsasargi”, significa luz de mar, y se calcula que hay alrededor de 11 en activo. Sigue leyendo y descubre cuáles son los más bonitos de la Costa Vasca, ¡ven a visitarlos!
Este faro está ubicado entre Getxo y Sopela, el actual data de 1950, pero antes de este hubo otros faros que tuvieron que ser reemplazados por desprendimientos.
Se encuentra en un paseo marítimo muy agradable con vistas al Puerto de Bilbao, perfecto para ver el tráfico marítimo que genera éste. Además, por esta zona, se pueden realizar rutas por el Flysch de Bizkaia, uno de los mayores atractivos geológicos de Euskadi junto a Geoparkea.
Es de los más modernos de Euskadi ya que tiene un diseño diferente al resto. Se construyó en 1990 y es de estilo vanguardista, una torre blanca de 21 metros de altura situada sobre un acantilado de vértigo.
Lo rodea un sendero de fácil recorrido donde también se pueden ver vestigios como cañones y casetas que pertenecen al cinturón de Hierro.
El Cabo Matxitxako alberga dos faros, uno activo y otro que actualmente es un observatorio de aves marinas y cetáceos. Este último no está en funcionamiento y alberga paneles explicativos.
Se encuentran en Bermeo, en un paraje idílico donde se puede divisar el islote de San Juan de Gaztelugatxe al fondo.
El paseo hasta los faros y las vistas desde el cabo son una maravilla, perfectos para disfrutar de un atardecer y ver cómo se esconde el sol detrás del mágico islote.
Es el único faro visitable de Euskadi, ya que también es un Centro de Interpretación que muestra los fundamentos básicos de la navegación.
Ubicado en Lekeitio, en un acantilado que te dejará sin respiración, es el sitio perfecto para ver el atardecer. Se puede llegar hasta su ubicación tanto andando como en coche y dispone de un bar con terraza con unas vistas increíbles. Para visitarlo conviene reservar con antelación.
El faro de Getaria se colocó en el popular monte conocido como el Ratón de Getaria por su curiosa forma porque lo confundían con los montes del fondo provocando algunos naufragios, ya que está en medio de la bahía.
Los coches no tienen acceso pero el monte es un espacio de recreo y esparcimiento. Desde ahí las vistas son preciosas, ya que se divisa el mar y toda la costa.
En la capital guipuzcoana hay dos vigías: uno se encuentra en el Monte Igeldo y el otro en la isla Santa Clara. El faro de Igeldo, conocido también como la Farola, está a 135 metros sobre el nivel del mar, un poco más abajo que el antiguo ya que antaño la niebla y las nubes lo cubrían.
En cuanto al de la isla Santa Clara, se puede pasear hasta él cogiendo previamente un barco desde el puerto. Además, el edificio alberga la instalación artística Hondalea de Cristina Iglesias.
Ubicado en el pintoresco pueblo de Pasaia, este faro es el protagonista de una ruta circular que une el Monte Ulia con el municipio costero, perfecta para disfrutar de nuestra naturaleza.
El acantilado donde se encuentra es conocido como “la punta de la Plata” por el brillo plateado que adquieren las rocas cuando las moja el oleaje, de ahí viene también, el nombre del faro.
Es el último de Euskadi ya que se encuentra en Hondarribia, municipio que hace frontera con la Cote Basque. Está pegado al Monte Jaizkibel y es de estilo neoclásico, construido en 1878 para sustituir el que fue derruido por las tropas carlistas años antes.
Se puede llegar hasta el faro en coche.
Aparte de estos centinelas, puedes encontrar más faros en Getxo, Zumaia y otros municipios costeros de Euskadi. ¡No te pierdas ni uno!
