Estrategia de Economía Circular de Euskadi 2030
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Detalles
La Estrategia de Economía Circular de Euskadi fija tres objetivos estratégicos:
- Aumentar en un 30% la productividad material. La productividad material permite medir la evolución de la economía hacia un modelo de producción y consumo menos dependiente de los materiales. De esta manera, una productividad material alta representa un aprovechamiento más eficiente de los recursos, un mayor valor añadido de los productos y una menor dependencia de la importación y extracción de materiales. En la actualidad, la industria vasca consume 21 millones de toneladas de materias primas al año, de las que un 77% son importadas: principalmente, combustibles fósiles, minerales metálicos, biomasa y minerales no metálicos. Aumentando la productividad material, Euskadi busca desacoplar el crecimiento económico del consumo de materiales.
- Aumentar en un 30% la tasa de uso de material circular. La tasa de uso de material circular permite medir la contribución de los materiales reciclados en el País Vasco a la demanda total de materiales y representa un elemento clave para evaluar la circularidad de la economía. Aumentar esta tasa implica no sólo rebajar la dependencia de las importaciones o la extracción de materias primas, sino reducir los residuos que, de otra manera, acabarían depositados en un vertedero. En la actualidad, la industria vasca genera el 72% del total de los residuos, de los cuales un 42% acaban en vertedero. Por otro lado, además de reducir emisiones, el aumento del uso de material circular impulsará el sector del reciclaje y la aparición de empresas ligadas a la transformación y aprovechamiento de residuos para su reutilización en otros procesos productivos.
- Reducir en un 30% la tasa de generación de residuos por unidad de PIB. Esta tasa expresa la intensidad de la actividad económica en generación de residuos y proporciona una medida de su ecoe?ciencia. El cambio de modelo hacia una economía circular busca desacoplar el crecimiento económico del consumo de materiales, y para ello es igualmente importante desacoplar también ese crecimiento económico de la generación de residuos. Según los últimos datos disponibles (2016), en Euskadi se generaron 67 kg de residuos (excluidos los principales residuos minerales) por cada 1.000 euros de PIB. El objetivo a 2030 es bajar esa cifra a 47,6 kg.
Adicionalmente, la Estrategia recoge dos objetivos complementarios a este último objetivo en relación con dos de las corrientes priorizadas por la Comisión Europea, que son: reducir a la mitad la generación de desperdicios alimentarios y lograr que el 100% de los envases de plástico sean reciclables.