Departamento de Cultura y Política Lingüística

37. Ermita de Andra Mari (ULLÍBARRI-ARANA, VALLE DE ARANA)

ETAPA 4: ARAIA • ALDA

Una de las ermitas románicas más antiguas de Álava

La existencia de importantes testimonios documentales en el territorio de Álava, tales como el de la Reja de San Millán de 1025, evidencian la existencia ya desde el siglo XI de todo un entramado poblacional en la Llanada y la Montaña Alavesas. Gracias a este documento que recoge las cantidades que cada núcleo debía aportar en hierro al Monasterio de San Millán, se conoce la existencia de más de 300 núcleos en el territorio en esa época. Estas aldeas se caracterizaban por ser pequeños núcleos organizados en torno a una iglesia rural. En el siglo XIV estas vivieron un proceso de despoblación al perder a sus habitantes que se fueron trasladando a las florecientes villas, siendo sus parroquias degradadas a la categoría de ermitas y entrando en muchos casos a formar parte de las mismas. En la mayoría de los casos estas ermitas son el último testigo que queda en pie de estas antiguas aldeas altomedievales.

Muchos de estos templos que han llegado a nuestros días son de estilo románico, que en el territorio alavés se introdujo a finales del siglo XII, aunque son numerosos los ejemplos en los que se pueden observar en su estructura elementos anteriores como material aprovechado, como son las lápidas romanas. Evidencias que demuestran una continuidad en el poblamiento que sitúa el origen en épocas romanas. No obstante, no se han conservado los edificios primitivos, previos al siglo XII, y las evidencias materiales pertenecientes a estas etapas anteriores al románico resultan muy escasas.

Ullibarri-Arana constituyó un auténtico nudo de comunicación desde la Alta Edad Media, al confluir en la misma varias rutas de importante carácter. Fruto de ello son las numerosas ermitas con las que contó, algunas de ellas desaparecidas, entre las que destaca la de Andra Mari, uno de los templos románicos que se cree que puede ser una de los más antiguos de Álava. Se trata de la ermita de Andra Mari, cuya advocación ha variado a lo largo de los siglos, aunque siempre ha estado dedicada a la Virgen María. De esta forma, en unas mandas testamentarias del siglo XVII consta como Nuestra Señora del Prado y posteriormente, en los siglo XVIII y XIX, figura como Nuestra Señora de Bengolarrea (acogió el topónimo del lugar en el que está asentada).

Ermita de Andra Mari un ejemplo del románico en el Valle de Arana

Ubicada en las afueras del núcleo de Ullibarri-Arana, al norte de la misma, la ermita se halla emplazada en lo alto de una loma. Se trata de un templo románico de un gran nivel constructivo, con sillares labrados de una excelente calidad, que a lo largo del tiempo no ha sufrido grandes modificaciones lo que hace que mantenga su esencia románica. Uno de los escasos añadidos se puede observar en su lado oeste, se trata de una puerta que fue abierta en época moderna para dotar al templo de un acceso más, pero que posteriormente fue cegada.

Se trata de un pequeño edificio que presenta dos partes diferenciadas: la nave, que es recta, y la que corresponde al presbiterio y la cabecera que es de forma semicircular, más baja y estrecha. Hay varios elementos que pueden ser indicio de la antigüedad del templo, que pueden ubicarnos en el siglo XI. Se trata del gran tamaño de los sillares utilizados en el ábside y el pequeño vano del mismo, de pequeño tamaño, sin decoraciones y muy funcional.

En el muro sur se abre la portada románica que posee un arco de medio punto con dovelas y una arquivolta, ligeramente peraltados, en gradación, rematados por un guardapolvo decorado con taqueado jaqués. El ábside en su zona exterior conserva una línea de canecillos lisos.

Su interior, a día de hoy vaciado, conserva en su cuenca absidal sobre la ventana fragmentos de pinturas murales de distintas épocas que están superpuestas.

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