34. Conjunto megalítico de Entzia (PARZONERIA DE ENTZIA)
ETAPA 4: ARAIA • ALDA
Legaire es una altiplanicie kárstica con un extraordinario y espectacular paisaje de verdes praderas que, gestionada desde tiempo inmemorial por Parzonería General de Entzia, despliega su extensión en el extremo occidental de la sierra de Urbasa, en el Territorio Histórico de Álava. Esta mancomunidad la componen en la actualidad los municipios de Agurain/Salvatierra, San Millán, Asparrena y Zalduondo, además de por los seis concejos que constituyen la Parzonería de Entzia-Arriba: San Vicente de Arana, Kontrasta, Alda, Ullibarri-Arana, Onraita y Róitegui. Este término, “Parzonería”, se utiliza lo mismo para referirse a un territorio compartido, como a la comunidad de los pueblos que lo comparten.
Se halla documentada ya desde la remota Prehistoria el tránsito de este entorno por parte de grupos de cazadores-recolectores nómadas con objeto de aprovechar estacionalmente sus recursos naturales. Posteriormente, diversas sociedades han continuado explotando este espacio estacionalmente y no puede sorprender el sinnúmero de testimonios que podemos encontrar en él. Las comunidades pastoriles lo vienen aprovechando desde hace unos 5.500 años, es decir, desde el Eneolítico, pasando por las denominadas Edades del Bronce y del Hierro y hasta la actualidad.
Así, desde que en 1919 se identificó un primer megalito, en la actualidad, en este ámbito de montaña se conocen un total de 3 dólmenes, 70 túmulos, 1 cromlech, 14 menhires y otras evidencias, circunstancia por la que desde la Diputación Foral de Álava ha considerado para su puesta en valor la figura de “Parque Megalítico de Legaire.
Entre todo este conjunto destacan por su grandiosidad y ostentación el menhir de Akarte y el cromlech de Mendiluze, ambos adscritos a la Edad del Hierro, erigidos hace unos 3.000 años desde el presente. En cuanto al menhir de Akarte, extraordinario monolito esculpido en una laja de piedra caliza del lugar, tras ser descubierto en 1919 fragmentado en dos piezas, ha sido repuesto en su lugar original 100 años después. Actualmente exhibe algo más de 3 m de altura y más de 2 m de anchura media, destacando sobremanera en el paisaje. Sin que se le pueda adjudicar un uso patentemente funerario, su significado es incierto, pudiendo, entre otros destinos, haber sido instaurado para conmemorar algún episodio o acontecimiento.
El cromlech de Mendiluze fue descubierto en 1981 y excavado arqueológicamente en 1987, fue restaurado seguidamente y consiste, en un círculo de unos 10 m de diámetro delimitado por aproximadamente 80 testigos de piedra, 4 de los cuales, de gran tamaño, se hallan emplazados casi en los puntos cardinales. En el centro se localizó una pequeña estructura de piedras que contenía restos de un depósito funerario de huesos calcinados, correspondientes a un individuo.
Identificado con todos los componentes tumbados, en su restauración arqueológica, se comprobó que los bloques emplazados en el eje este-oeste, los de mayores proporciones, apuntan al ocaso del solsticio de verano, circunstancia que evidencia los conocimientos astronómicos de quienes lo erigieron.
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