ETAPA 5: ALDA • SANTA CRUZ DE CAMPEZO

El Trenico

El ferrocarril vasco navarro realizaba un trayecto de 140 Km uniendo la navarra ciudad de Estella con la localidad guipuzcoana de Bergara pasando por Vitoria. Conocido popularmente como El trenico, constituye la vía férrea de vía métrica más importante de la Península Ibérica.

Sus orígenes se sitúan en el año 1882 con la concesión que se otorgó a Wenceslao Martínez y Joaquín Herrán para construir un ferrocarril de vía estrecha que se dirigiera de Durango a Vitoria y finalizara en Estella. Para llevar a cabo dicho proyecto hubo que recurrir a capital extranjero dada la falta de implicación que mostraron los inversores locales. Tal es así, que en 1886 se constituyó en Londres la compañía que dio comienzo a los trabajos de construcción en 1887. En dos años de trabajo se inauguró el primer tramo que partía desde Vitoria y llegaba a Leintz Gatzaga (1889), mientras se continuaba extendiendo hacia Eskoriatza. Pronto los trabajos se vieron paralizados, a causa de la quiebra de uno de los principales inversores de la mencionada compañía, teniendo que intervenir el Estado e incautar esta, en 1897. Gracias al impulso del Gobierno, que contó también con la colaboración económica de las Diputaciones de Álava, Gipuzkoa y Navarra, los trabajos prosiguieron, llegando la línea a Eskoriatza en 1916, a Mondragón en 1918 y a Bergara unos meses después. En 1923 se abrió el ramal a Oñati y en 1927 se inauguró el de Vitoria-Estella.

En estos primeros años las líneas fueron muy utilizadas, llegando a transportar en 1932 a 325.600 pasajeros y 179.000 toneladas de mercancías. Los vapores que circulaban haciendo el trayecto de Vitoria a Estella fueron las primeras que fueron electrificadas, por medio de automotores eléctricos, a los que le seguirían las otras que operaban en otras líneas del Vasco-Navarro terminando por modernizarse todas en 1938. El 31 de diciembre de 1967 el ferrocarril puso el punto final a su historia ya que se dejó de dar servicio y fue clausurado.

La estación de Antoñana

A día de hoy se conservan una buena parte de las estaciones de la vía del Vasco-Navarro, que realmente fueron construidas en tres momentos diferenciados. La de Antoñana pertenece a la segunda fase, momento en el que se crea la línea Vitoria-Estella. Alejandro Mendizabal Peña fue quien diseñó cada una de las estaciones de esta vía, proyectando una propuesta distinta para cada una de ellas y continuando una línea estética inspirada en el estilo Old English, que se alejaba en gran medida de la arquitectura habitual del mundo ferroviario. Rompió así con la práctica común de crear edificios seriados e idénticos para las diferentes estaciones.

En la de Antoñana se han conservado además de la estación, el muelle ferroviario y la subestación eléctrica. Con lo que respecta a la estación es un edificio de grandes dimensiones, de tres alturas, con fachadas irregulares. Posee unas cubiertas de gran inclinación con grandes aleros que son sujetados por tornapuntas. En sus distintas fachadas se abre un gran número de vanos recercados con ladrillo que presentan arcos rebajados. Muy cerca de dicho edificio se sitúa la subestación eléctrica, que se edificó para duplicar el suministro eléctrico, en el punto equidistante entre Vitoria y Estella, razón por la que se acordó erigirlo en Antoñana. De volúmenes sencillos, se trata de un edificio de planta cuadrada de dos plantas. Por último, se encuentra el muelle de mercancías reconvertido a día de hoy en centro de interpretación de la vía verde del Vasco-Navarro, junto al que se encuentran tres vagones del ferrocarril de Euskotren que albergan la oficina de turismo de la comarca y en el que se puede conocer más información sobre el Trenico.

Compartir en