Componente 3
Generación de energías renovables
La promoción de las energías renovables es uno de los objetivos de la política energética de la Unión Europea, como demuestra la Directiva 2018/2001 de diciembre de 2018. Esta Directiva señala que la mayor utilización de la energía procedente de fuentes renovables es una medida necesaria para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y cumplir así el Acuerdo de París de 2015 sobre el Cambio Climático y el marco de la Unión en materia de clima y energía para 2030, que incluye el objetivo vinculante de reducción de las emisiones de la Unión de al menos un 40 % para 2030 con respecto a los valores de 1990.
A su vez, la propia Directiva 2018/2001 indica que la mayor utilización de energías renovables es clave para el fomento de la seguridad del abastecimiento energético, el suministro de energía sostenible a precios asequibles, el desarrollo tecnológico y la innovación, a la vez que se ofrecen ventajas ambientales, sociales y sanitarias.
Euskadi es una Comunidad comprometida con el desarrollo sostenible y los objetivos climáticos acordados internacionalmente. La Declaración de Emergencia Climática del Gobierno Vasco de julio 2019 ha reforzado este compromiso y sitúa a Euskadi como una Comunidad de referencia en la lucha contra el cambio climático. En el ámbito de la energía se ha puesto de manifiesto la necesidad de realizar una mayor apuesta por las energías renovables, así como trabajar para conseguir un consumo cero de derivados del petróleo, promocionando las energías alternativas entre los sectores consumidores.
Respecto a las necesidades energéticas de Euskadi, la comunidad autónoma tiene una elevada dependencia energética del exterior (más del 90 %, muy por encima de la mayor parte de los países de la Unión Europea), donde el gas natural y los derivados del petróleo suponen cerca del 80 % de la demanda energética total, mientras que la cuota de energías renovables se ha mantenido en los últimos años en torno al 7 %. Por su parte, la política energética vasca tiene como pilares básicos la seguridad del suministro, la competitividad y la sostenibilidad medioambiental, orientada a la consecución de una economía baja en emisiones de carbono.