ETAPA 3: ARANTZAZU • ARAIA

Un protagonista de las guerras entre Castilla y Navarra

Las ruinas del antiguo castillo de Marutegi se alzan sobre una imponente peña que existe en las estribaciones meridionales del macizo de Aizkorri. La mole caliza acoge los muros aún visibles que subsisten a pesar de la ruina acarreada por su degradación natural pero también debido al expolio al que el ser humano ha sometido al complejo arquitectónico.

La posición de la fortaleza es estratégica, ya que domina el corredor que comunica la Llanada alavesa con el valle de Burunda, ya en Navarra. Además, controla la calzada que se dirige al túnel de San Adrián, paso secular entre las vertientes norte y sur, entre los territorios de Gipuzkoa y Álava. Las dataciones realizadas en las fases más antiguas identificadas hasta el momento nos retrotraen como máximo al contexto de 1200, quizá algo antes, momento especialmente virulento en las relaciones entre Navarra y Castilla. Desde mediados del siglo XI los territorios de Gipuzkoa, Bizkaia y Álava (o amplias extensiones de ellos) habían pasado alternativamente de Navarra a Castilla y viceversa, y como resultado tuvo lugar la fortificación de esta franja tan disputada.

Las menciones más antiguas del castillo son del siglo XIV pero no relatan su historia, sino que simplemente mencionan su existencia. Por ello, no sabemos exactamente quién lo construyó. La realidad es que a partir de 1200, si es que ya existía para ese momento, formó parte de las fortificaciones castellanas de la frontera. Las investigaciones arqueológicas que se han realizado revelan que la ocupación más relevante del castillo se produjo entre el siglo XIII e inicios del siglo XVI, siendo abandonado con toda probabilidad tras la conquista de Navarra por parte de Fernando el Católico. A partir de este momento se habría perdido la función militar del mismo. Por eso mismo, es posible que fuera entonces cuando se construyó la ermita de San Miguel, actualmente también en ruina, aunque los investigadores sugieren que su construcción también pudo realizarse a lo largo de la centuria anterior. Lo cierto es que sobrevivió a la fortificación y posiblemente desapareció a lo largo del siglo XVIII, como otras muchas ermitas del País Vasco.

El castillo

La fortaleza de Marutegi se organiza en dos niveles principales. La torre del homenaje, elemento principal y atalaya del castillo, se ubica en la cumbre de la peña, adaptándose a la topografía del ínfimo espacio disponible y adoptando una planta en forma de “D” (unos 10,5 m x 9 m). Para asentar sólidamente la construcción está formada por muros que van desde los 1,40 m hasta los 2,70 m de grosor (engrosa en la parte curva del perímetro) y constaba de dos pisos, el segundo a 3 m de altura. Alrededor de la torre, a pesar del mínimo espacio que existe en la cima de la roca, se elevaba una muralla, asentada sobre la roca recortada.

En un nivel inferior, se levantan los muros de un gran edificio de planta pseudo-rectangular de hasta 31 m x 12 m, adosado a la peña en la que se levantaba la torre. Los muros perimetrales son de unos 1,5 m de anchura y actualmente alcanzan los 2 m de alto. Este edificio se ha interpretado como un cuerpo de guardia que mantenía funciones auxiliares.

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