ETAPA 4: ARAIA • ALDA

Una villa estratégica durante la Edad Media

La privilegiada situación que ocupaba Kontrasta en la frontera con el Reino de Navarra, ubicada en altura desde el cual se tiene un excelente control visual del valle navarro de Ameskoas, le confirió una gran importancia durante la Edad Media, constituyendo un importante punto de defensa. Además, fue encrucijada de caminos que comunicaban con Navarra, Castilla, el Cantábrico y la propia provincia.

Obtuvo la carta puebla de la mano del rey castellano Alfonso X el Sabio hacia el año 1256, que le concedió el fuero de Vitoria. Constituyó un enclave estratégico que los reinos de Navarra y Castilla se disputaron durante el tiempo que permanecieron enfrentadas. Permaneció con carácter de villa realenga hasta el siglo XIV que entró a formar parte del Señorío del linaje de los Fernández de Gaona y posteriormente, ya en el siglo XV y por alianzas matrimoniales, pasó al linaje oñacino de los Lazcano, que adquirió tanto la villa como el castillo de la misma, hoy en día desaparecido.

Uno de los recintos urbanos más pequeños de la provincia

La villa de Kontrasta constituyó uno de los núcleos urbanos amurallados más reducidos de toda Álava, el cual estaba compuesto por dos calles que discurrían la villa de forma paralela en dirección NO-SE, unidas entre sí por cantones. En cada extremo de la misma y apoyando la función defensiva de la muralla se alzaban en su lado septentrional una torre-fortaleza, a día de hoy desaparecida, y en su lado meridional la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción que presenta una marcada estética de fortaleza. De la cerca que rodeaba la villa se conservan algunas partes, siendo el lienzo Este el que mejor se ha mantenido, a pesar de estar a día de hoy muy modificado. Una vez perdida la funcionalidad defensiva, las casas que estaban adosadas a la muralla abrieron vanos en la misma con el objetivo de aumentar la iluminación interior de sus viviendas. A día de hoy, las fachadas de las casas que miran al exterior del núcleo y que están emplazadas en este lugar presentan en su parte inferior una fábrica de sillería distinta al resto del edificio. Esta sillería es el resto visible de la muralla que al observarse en cada una de las viviendas permite visualizar cómo estaba dispuesta. De las puertas de acceso a la villa se conservan dos; una en el lienzo de la muralla oriental a la que se ha hecho referencia, se trata de una puerta con arco ojival; y la otra, la que se ubica bajo la iglesia parroquial, sobre la que se abren ventanas saeteras.

La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de aspecto férreo y cerrado conserva elementos defensivos como son dos matacanes dispuestos en la parte superior de los lados norte y sur, y la línea de almenas que a día de hoy están cegadas pero cuyas huellas se pueden observar bajo el alero. La iglesia fue construida entre los siglos XV y XVI. Presenta planta rectangular y una cabecera recta. La nave de dos tramos posee bóvedas nervadas con ligamentos rectos apoyados en ménsulas y un presbiterio con bóveda nervada de terceletes. El retablo mayor es de estilo plateresco de mediados del siglo XVI.

Las casas dispuestas a lo largo de las dos calles que conformaban la villa presentan muros medianiles, dos alturas y cubiertas a dos aguas. Aunque muchas de ellas están renovadas y modificadas, hay algunas que conservan elementos bajomedievales, como son las puertas ojivales doveladas y fábrica de mampostería en sus muros.

A partir del siglo XVI Contrasta se vio ampliada extramuros por su lado sur. En esta parte del núcleo la organización urbana se presenta de manera más desorganizada. Una plaza une la antigua villa con su ensanche dispuesto hacia el sur, un espacio abierto en cuyo centro está emplazada una elegante fuente. El crecimiento del núcleo se extendió hasta la ermita de Santa María de Elizmendi, situada en lo alto de una colina a unos 170 m de distancia del recinto amurallado.

Compartir en