ETAPA 1: LOIOLA • ZUMARRAGA

Una conflictiva historia urbana

Englobada, junto al territorio de Azpeitia en el “valle” o demarcación jurisdiccional de Iraurgi, los pobladores de la futura San Martín de Iraurgi, nombre original de la villa de Azkoitia, estaban asentados en distintas aldeas dispuestas en torno a parroquias rurales, como la de San Martín de Iraurgi y la de Santa María de Balda. El crecimiento económico generado desde el siglo XII por el desarrollo de la producción de hierro, de las actividades marítimas y el comercio, consolidado a partir de la confirmación de la villa de Getaria (1209), repercutió de forma directa en sus pobladores. Así parte importante del tráfico comercial entre la costa y el interior de la Península transitaba a través de la cuenca baja y media del Urola. Estas actividades generaron los recursos necesarios para que los habitantes del valle de Iraurgi iniciaran sus procesos de creación de villas. Sin embargo, el detonante del proceso debió constituir el inicio de dificultades, sobre todo, a partir de la fundación de la villa de Itziar (actual Deba) en 1294 que supuso la consolidación de la ruta comercial alternativa que, procedente del interior a través de la cuenca alta y media del Deba, continuaba por su cuenca baja hasta el puerto de Deba, en perjuicio de la ruta que pasaba a la cuenca media y baja del Urola en dirección a los puertos de Zumaia y, sobre todo, de Getaria. La fundación de la villa de Azpeitia en 1310, destinado a aglutinar el comercio que discurría a través de la ruta del Urola debió agravar aún más las dificultades del resto de los pobladores de Iraurgi. En respuesta, en 1324 obtuvieron la carta puebla que concedía el villazgo a San Martín de Iraurgi y ordenaba que el tráfico comercial entre Getaria y Arrasate discurriera por la nueva villa.

A estas dificultades se les sumó la Guerra de Bandos que conoció gran virulencia en Azkoitia. La quema en 1318 de la iglesia de Santa María con la torre de Balda y la muerte de su señor, jefe del homónimo linaje del bando Gamboíno, debió influir, sin duda, en la fundación de San Martín de Iraurgui, ya que una villa fundada por el rey aportaba protección a sus pobladores frente a los abusos señoriales. En medio de esta conflictividad fracasó la fundación de la villa de San Martín y sus pobladores debieron acudir de nuevo ante el rey para refundar en 1331 la villa que, esta vez, se llamaba Miranda de Iraurgui y se ubicaba junto a la iglesia de Santa María de Balda, cuyo patronato pertenecía a los Balda. La quema de las villas de Azkoitia en 1436 y de Arrasate en 1448, motivó que las autoridades de Gipuzkoa adoptaran una posición contraria a los Parientes Mayores, quienes se coaligaron para lanzar en 1456 un desafío a las villas que fue clavado en la puerta de la casa-torre de Idiakez en Azkoitia. Ante esto recurrieron al rey y sus tropas derribaron las torres y desterraron a sus propietarios.

Un paseo por la historia urbana

Además, de mantener su urbanismo medieval, conformada en torno a dos calles principales –Nagusia e Inazio Iriarte-, el núcleo de la villa de Azkoitia constituye un verdadero catálogo para conocer la evolución de la casa urbana de los cinco últimos siglos. Conserva importantes monumentos como la renacentista iglesia parroquial de Santa María la Real, la casa-torre palaciega de Idiakez, llamada Etxebeltza, coronada por una crestería fantástica, o la casa-torre de Balda, que conserva el núcleo gótico de la torre con ampliaciones de siglos posteriores que le otorgan su actual apariencia palaciega. Las plantas superiores del edificio son de ladrillo, característica que durante siglos constituyó una verdadera seña de identidad del urbanismo de Azkoitia que se puede apreciar en las casas urbanas (Klara Donea 6, 41, 43) y palacios (casa Lasao con garitón de ladrillo) de tradición medieval, casas y palacios renacentistas (casas Bastarrika, Idiakez, Markeskoa...), o barrocas (casas Abaroa, Altzibar, Nagusia 53, 116...).

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