La historiografía tradicional explica que el río Deba ha sido fuente del uso de la fuerza hidráulica así como vehículo de tránsito de mercancías y productos vinculados al sistema ferrón como la Rentería de Alzola. Su principal característica fue el aprovechamiento intensivo del cauce con la implantación de ferrerías, molinos y centrales eléctricas que, sobre todo en el área de Maltzaga aún hoy es testigo de esa actividad industrial. Esto generó verdaderas redes productivas concatenadas de las que, en la actualidad siguen estado produciendo electricidad y que, aún, que podemos observar. Fue éste el germen para el desarrollo industrial posterior que continuó con un fuerte avance industrial que alcanzó el área sobre el sustrato de la preindustrialización. Sin embargo, algunos ejemplos como el taller armero de Zamakola en Eibar, donde se conserva íntegramente el proceso productivo con la maquinaria completa, o el complejo de Alzola, en el barrio homónimo en el municipio de Elgoibar, donde podemos ver el complejo ferrón con la torre, la central eléctrica muestran esas primeras huellas industriales.
El desarrollo veloz que se fue generando desde finales del siglo XIX y, sobre todo en la segunda mitad del siglo XX, nos ofrece una fisonomía que, en un primer vistazo, parecía ex novo pero que anclaba sus raíces en el importante ámbito armeros de los siglos XVI y XVIII.
Por tanto, los objetivos en los que se enmarca este estudio están determinados por las relaciones espacio-histórico-productivas-habitacionales que han generado una caracterización específica de esta zona del Bajo Deba. Un paisaje que, ha dado el salto hacia un valle muy evolucionado, que apenas se han conservado las características de lo que podríamos denominar como etapa preindustrial. Un paisaje antropizado que recoge la importancia del tejido productivo que se generó principalmente en este valle y, por ende, en todos los valles guipuzcoanos del territorio del País Vasco. Su estudio, protección, difusión, puesta en valor y su correcta gestión redundarán en una mayor calidad de los paisajes culturales de la Comunidad Autónoma Vasca, evitando la homogeneización de los mismos.