El concepto de patrimonio y los elementos que lo configuran están en permanente revisión. Frente a una idea tradicional asociada a lo material y al vínculo con la memoria y el valor histórico y monumental, emergen visiones que lo desvinculan de la materialidad y a la antigüedad. Así, en los últimos años se ha ido añadiendo la dimensión contemporánea tanto al propio concepto de patrimonio como a su gestión.
Inicialmente, en 1972, en la Convención para la Protección del Patrimonio Mundial Cultural y Natural de la UNESCO se identificaba el patrimonio con bienes de carácter tangible. Posteriormente, ya en 1989, la Recomendación sobre la Salvaguarda de la Cultura Tradicional y Popular incorporó el concepto de patrimonio intangible. Actualmente, el concepto de patrimonio ha superado estas barreras incorporando nuevas manifestaciones y temporalidades recientes vinculadas a la contemporaneidad. En esta línea, la Ley 6/2019, de 9 de mayo, de Patrimonio Cultural Vasco, en su exposición de motivos, dice expresamente que “el concepto mismo de patrimonio se encuentra en permanente construcción y los elementos que lo configuran forman un conjunto susceptible de modificación y abierto a nuevas incorporaciones”.
La emergencia de nuevas manifestaciones y tendencias artísticas, así como la evolución de las tecnologías digitales han generado tanto nuevas necesidades en el reconocimiento del patrimonio como nuevas oportunidades para su preservación, conservación y difusión, lo que implica el surgimiento de nuevos retos a considerar.
¿Qué criterios se tienen en cuenta para valorar y conservar el patrimonio contemporáneo? ¿Qué se puede y qué se debe conservar? ¿Está justificada la sensación de que se está perdiendo el patrimonio más reciente? ¿Cómo se puede poner en valor? ¿Qué se está haciendo?
Este estudio pretende razonar en torno a estas cuestiones, aportando datos y orientaciones para las instituciones relevantes en la materia desde dos perspectivas:
- Una reflexión en torno a qué se considera patrimonio contemporáneo, el problema de su consideración como tal debido a su proximidad histórica, las recomendaciones existentes para su conservación, su importancia en cuanto al reflejo de las formas de vida, su entronque con la memoria y las
dificultades de gestión derivadas, etc. - Una reflexión en torno a la conservación del patrimonio contemporáneo que haga referencia tanto a las nuevas necesidades y retos de conservación como a los elementos de protección existentes y a elementos innovadores que puedan inspirar prácticas futuras.