Las Diputaciones Forales constituyen una de las principales instituciones de la Comunidad Autónoma del País Vasco.
Cada uno de los tres Territorios vascos (Alava, Bizkaia y Gipuzkoa) cuenta con una asamblea legislativa y un gobierno con competencias amplias, entre ellas la recaudación de los impuestos directos e indirectos.
Cada Asamblea Legislativa cuenta con 51 junteros y junteras que son elegidos por sufragio universal en base a las circunscripciones geográficas en las que los distintos partidos presentan sus listas electorales. Estas asambleas votan el presupuesto y eligen al ejecutivo que gobernará el Territorio Histórico.
El gobierno de cada Territorio es la "Diputación". Lo encabeza la o el Diputado General, rodeado de un equipo de diputados y diputadas, quienes se reparten las carteras. Ejercen una amplia serie de competencias, como por ejemplo el urbanismo, carreteras y obras públicas, medio ambiente, patrimonio cultural o bienestar social.
Dentro de la estructura política y administrativa de la Comunidad Autónoma Vasca, estos territorios son iguales entre sí. Y la asociación entre estas instituciones y el Gobierno vasco convierte a la Comunidad Autónoma en una organización de corte confederal.
Todos los impuestos, bien sea directos (sobre las personas o sobre sociedades) o indirectos (IVA, alcoholes, combustibles), son recaudados por las propias Diputaciones Forales en sus propios territorios.
A continuación, el Consejo Vasco de Finanzas distribuye la recaudación entre las instituciones. Tras la entrega del cupo que le corresponde al Gobierno del Estado, las Diputaciones y el Gobierno Vasco determinan cuál ha de ser el reparto entre éste y cada una de los Territorios Históricos.
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